jueves, 17 de enero de 2013

3. MATAR EL DOLOR

3. MATAR EL DOLOR
Notas

1 Para un fino análisis fenomenológico de la modernización de la experiencia de dolor, véase Peter Berger, "Policy and the Calculus of Pain", en Pyramids of Sacrifice: Political Ethics and Social Change, Nueva York, Basic Books, 1974, cap. 5.

2 F.J.J. Buytendijk, Pain, Its Modes and Functions, trad, Eda O'Shiel, Chicago, University of Chicago Press, 1962. Rudolf Bilz, Paläoanthropologie, vols. 1-2, Studien über Angst und Schmerz, Frankfurt am Main, Suhrkamp, 1971.

3 Victor Weizsäcker, Arzt und Kranker, Stuttgart, Köhler, 1949, vol. 1.

4 Thomas S. Szasz. Pain and Pleasure, Nueva York, Basis Books, 1957.

5 Para un análisis de la reacción al dolor de autores y filósofos contemporáneos, véase Ida Cermak, Ich Klage nicht: Begegnungen mit der Krankheit in Selbstzeugnissen schöpferischer Menschen, Viena, Amalthea, 1972. En tiempos medievales tardíos era casi imposible reconocer, por el comportamiento de una persona con dolor, si el origen de la experiencia era la pena, la compasión, el orgullo lastimado o una herida. Wilhelm Scherer, Der Ausdruck des Schmerzes und der Freude in der mittelhochdeutschen Dichtung der Blütezeit, Estrasburgo, 1908.

6 Cuando los artistas de la Grecia antigua representaban el dolor, solo indirectamente les importaba su impacto fisiológico, y ante todo trataban de captar la forma más o menos personal en que se experimentaba este impacto. Ernst Hannes Brauer, Studien zur Darstellung des Schmerzes in der antiken bildenden Kunst Griechenlands und Italiens, disertación inaugural, Univ. de Breslau, Breslau, Nischkowsky, 1934. Para conclusiones análogas sobre el teatro ático, Karl Kiefer, Körperlicher Schmerz auf der attischen Bühne, disertación inaugural, Heidelberg, Carl Winters Universitaetsbuchhandlung, 1908.

7 Para 60 representaciones plásticas de seres humanos con dolor, véase Friedrich Schulze-Maizier y H. Moehle, Schmerz, Berlín, Metzner, 1943. También F. Garnaud, "La Douleur dans l'art", Aesculape, 1957, varias páginas en números sucesivos.

8 Victor Weiszaecker, "Zum Begriff der Arbeit: Eine Habeas-Corpus Akte der Medizin?" en Edgar Salin, comp., Synopsis: Festgabe für Alfred Weber, Heidelberg, Schneider, 1948, pp. 707-61. Una descripción fenomenológica del sufrimiento como Leistung, es decir, una actividad de la persona enferma que despierta respeto en todas las sociedades y suele reconocerse como un "arte" que, aunque difiere del trabajo, posee un rango social análogo. Albert Görres, comp., Der Kranke, Ärgernis der Leistungsgesellschaft, Düsseldorf, Patmos, 1971. Aunque no llega tan lejos, Everett Hughes, Men and Their Work, Nueva York, Free Press, 1958, proporciona las bases para una interpretación similar.

9 Bilz, "Die Menschheitsgeschichtlich ältesten Mythologeme", en Studien über Angst und Schmerz, pp. 276-94.

10 Asenath Petrie, Individuality in Pain and Suffering, Chicago, University of Chicago Press, 1977. Las personas difieren en la intensidad con que modulan la experiencia; algunas reducen y otras aumentan lo que se percibe, incluyendo el dolor. Este modelo de reacción en parte está determinado genéticamente. Véase también B.B. Wolff y M.E. Jarvik, "Relationship Between Superficial and Deep Somatic Threshold of Pain, with a Note on Handedness", American Journal of Psychology 77, 1964, pp. 589-99.

11 Con respecto a la persona que se supone debe sufrir en el parto, y con respecto al lugar del cuerpo donde se supone que se origina el dolor, véase Grantly Dick-Read, Childbirth Without Fear, 1944; ed. en rústica, Nueva York, Dell, 1962. Contiene mucha información sobre la influencia de la cultura en la intensidad del temor y la relación entre el temor y la experiencia del dolor.

12 Henry K. Beecher, Measurement of Subjective Responses: Quantitative Effects of Drugs, Nueva York, Oxford University Press, 1959. Los opiáceos ejercen su acción principal, sobre el impulso de dolor, que se transmite a través del sistema nervioso, sino sobre el recubrimiento psicológico del dolor. Hacen bajar el nivel de ansiedad. Los placebos pueden lograr el mismo efecto en muchas personas. Agudos dolores postquirúrgicos pueden aliviarse en un 35% de pacientes dándoles una tableta azucarada o salina en vez de un analgésico. En estas mismas condiciones de dolor sólo el 75% se alivia con altas dosis de morfina; se podría atribuir al efecto de placebo el 50% de la eficacia de la droga. Véase también Harris Hill y otros, "Studies on Anxiety Associated with Anticipation of Pain: I. Effects of Morphine", A.M.A. Archives of Neurology and Psychiatry 67, mayo 1952, pp. 612-19.

13 R. Melzack y T.H. Scott, "The Effect of Early Experience on the Response to Pain", Journal of Comparative and Physiological Psychology 50, abril 1957, pp. 155-61. Para un análisis fenomenológico véase Victor E. von Gebsattel, Imago Hominis: Beiträge zu einer personalen Anthropologie, 2a. ed., Salzburgo, Otto Müller, 1968; Jacques Sarano, La Douleur, Lyons, Editions de l'Épi, 1965.

14 Thomas Keith, Religion and the Decline of Magic: Studies in Popular Beliefs in the 16th and 17th Centuries in England, Londres, Weidenfeld, 1971. Sobre la importancia y la utilidad práctica de la religión y la superstición para aliviar el sufrimiento en la Inglaterra de los primeros tiempos modernos.

15 Beecher, Measurement of Subjective Responses, pp. 164 ss. Becker, Howard S., "Consciousness, Power and Drug Effects", Journal of Psychedelic Drugs, Vol. 6, 1, enero-marzo 1974, pp. 67-76. Los efectos de la droga tienen grandes variaciones, dependiendo de las ideas y creencias acerca de la droga, y del control que quien la usa ejerce sobre ella.

16 Para información sobre este tema consulte James D. Hardy y otros., Pain Sensations and Reactions, 1952; reimpr., Nueva York, Hafner, 1967; Harold G. y Stewart Wolff, Pain, American Lectures in Physiology Series, 2a. ed., Springfield, Ill., Thomas, 1958; Benjamin L. Crue, Pain and Suffering: Selected Aspects, Springfield, Ill., Thomas, 1970.

17 Thomas S. Szasz, "The Psychology of Persistent Pain: A Portrait of L'Homme Douloureux", en A. Soulairac, J. Cahn y J. Charpentier, comps., Pain, Nueva York, Academic Press, 1968, pp. 93-113.

18 Richard Toellner, "Die Umbewertung des Schmerzes im 17. Jahrhundert in ihren Vorraussetzungen und Folgen", Medizinhistorisches Journal 6, 1971, pp. 707-61. Ferdinand Sauerbruch y Hans Wenke, Wesen und Bedeutung des Schmerzes, Berlín, Junker und Dünnhaupt, 1936. Thomas Keys, History of Surgical Anesthesia, ed. rev., Nueva York, Dover, 1963.

19 Kenneth D. Keele, Anatomies of Pain, Springfield, lll., Thomas, 1957. Herman Buddensieg, Leid und Schmerz als Schöpfermacht, Heidelberg, s.i., 1956.

20 Gebsattel, Imago hominis. Sarano, La Douleur. Karl E. Rothschuh, Physiologie: Der Wandel ihrer Konzepte, Probleme und Methoden vom 16. bis 20. Jahrhundert, Freiburgo, Alber, 1968. Una valiosa guía para la historia de la fisiología desde el siglo XVI, que se acerca lo más posible a una historia de la percepción médica del dolor. Karl E. Rothschuh, Von Boerhaave bis Berger: Die Entwicklung der kontinentalen Psychologie im 18. und 19. Jahrhundert mit besonderer Beruecksichtigung der Neurophysiologie, Stuttgart, Fischer, 1964.

21 H. Merskey y F.G. Spear, Pain: Psychological and Psychiatric Aspects, Londres: Bailliere, Tindall and Casell, 1967, reseña trabajos importantes e intenta una clarificación del uso del dolor en el trabajo experimental.

22 Ver Carl Darling Buck, A Dictionary of Selected Synonims in the Principal Indo-European Languages: A Contribution to the History of Ideas, Chicago, University of Chicago Press, 1949, para los cuatro campos semánticos siguientes: dolor-sufrimiento, 16-31; aflicción-pena, 16-32; emoción-sensación, 16-12; pasión, 16-13. Véase también W. Franzen, Klagebilder und Klagegebärden in der deutschen Dichtung des höfischen Mittelalters, Disertación, Univ. de Bonn, Würzburg, Triltsch, 1938. Georg Zapter, "Über den Ausdruck des geistigen Schmerzes im Mittelalter: Ein Beitrag zur Geschichte der Förderungs-Momente des Rührenden im Romantischen", en Denkschriften der Kaiserlichen Akademie der Wissenschaften, Viena, Philosophisch-historisch Classe, 1854, vol. 5, pp. 73-136.

23 Robert S. Hartmann, The Structure of Value; Foundation of Scientific Axiology, Carbondale, Southern Illinois University Press, 1967, especialmente pp. 255 ss. Se hace una distinción entre "mi dolor", un disvalor intrínseco acerca del cual existe una certeza totalmente única; "tu dolor", un disvalor extrínseco por el cual puedo experimentar compasión; y "el tipo de dolor del que se dice que una tercera persona sufre", como las jaquecas de pacientes no especificados, para los cuales, en el mejor de los casos, puedo solicitar alguna simpatía general. El dolor sobre el cual debería escribirse una historia es la experiencia personalizada del dolor intrínseco; la inclusión, en la experiencia de dolor, de la situación social en que el dolor ocurre.

24 Bakan, David, Disease, Pain and Sacrifice, Toward a Psychology of Suffering, Chicago, Beacon Press, 1968, trata del dolor como una disyunción de telos y distalidad. "El dolor, no teniendo otro locus sino el ego consciente, es casi literalmente el precio que paga el hombre por poseer un ego consciente... a menos que haya un organismo despierto y consciente, nada hay que pueda uno calificar perceptiblemente como dolor."

25 Ludwig Wittgenstein, Philosophical Investigations, Oxford, Oxford University Press, 1953, pp. 89 ss.

26 A. Soulairac, J. Cahn y J. Charpentier, comps., Pain. Actas del Simposio Internacional organizado por el Laboratorio de Psicofisiología, Faculté des Sciences, París, 11-13 de abril de 1967, Nueva York, Academic Press, 1968, especialmente pp. 119-230.

27 Ver Szasz, "Psychology of Persistent Pain".

28 Mark Zborowski, "Cultural Components in Responses to Pain", en E. Gartly Jaco, Patients, Physicians and Illness, Nueva York, Free Press, 1958, pp. 256-68.

29 B. Holmstedt, "Historical Survey", En Ethnopharmacologic Search for Psycho-active Drugs, Washington, D.C., National Institute of Mental Health, 1967, pp. 3-31.

30 Para el alcohol en general, véase Salvatore P. Lucia, A History of Wine as Therapy, Nueva York, McGraw-Hill, 1963. Ilustra las funciones sociales del alcohol como intoxicante. E.R. Bloomquist, Marihuana, Beverly Hills, Calif., Glencoe Press, 1968. Sobre el contexto y la distribución del uso de la marihuana desde la antigüedad.

31 G.M. Carstairs, "Daru and Bhang, Cultural Factors in the Choice of Intoxicant", Quarterly Journal of Studies on Alcohol, 15, junio 1954, pp. 220-37.

32 Robert L. Bergmann, "Navajo Peyote Use: Its Apparent Safety", American Journal of Psychiatry 128, diciembre 1971, pp. 695-9. Cuando el peyote se usa en un contexto ritual entre miembros de la iglesia nativa americana, ocurre menos de un mal viaje por cada 10000 dosis consumidas. W. La Barre, The Peyote Cult, Handem, Conn., Shoestring Press, 1964. Una historia completa del uso del peyote entre los indios norteamericanos; incluye una extensa bibliografía.

33 R.G. Wasson, Soma: Divine Mushroom of Immortality, Nueva York, Harcourt Brace, 1969.

34 H. Blyed-Prieto, "Coca Leaf and Cocaine Addiction: Some Historical Notes", Canadian Medical Association Journal 93, 1965, pp. 700-4. Información sociológica e histórica.

35 Robert Burton, The Anatomy of Melancholy, 3 vols., Nueva York, Dutton, 1964; ed. orig. 1621. El tratado clásico sobre la quimioterapia renacentista, que "rescata la mente de las profundidades de la desesperación" por medio de la amapola, el beleño, la mandrágora, la belladona, la nuez moscada, etc.

36 "Opium" en Encyclopeadia Britannica, 1911 vol. 20, pp. 130-7. La geografía histórica del cultivo de la amapola, y la historia de su uso, presentadas en una perspectiva victoriana.

37 Peter Graystone, Acupuncture and Pain Theory: A Comprehensive Bibliography, Vancouver, Biomedical Engineering Services, 1975. Un complemento: Billy y Miriam Tam, Acupuncture: An International Bibliography, Metuchen, NJ, Scarecrow Press, 1973.

38 Para bibliografía consúltese, W. Montgomery Watt, Free Will and Predestination in Early Islam, Londres, Luzac, 1948. Véase también Duncan B. Macdonald, Religious Attitude and Life in Islam, 1909, reimpr., Nueva York, AMS Press, 1969.

39 H.H. Rowley, Submission in Suffering and Other Essays on Eastern Thought, Cardiff, University of Wales Press, 1951. E.M. Hoch, "Bhaya, Shoka, Moha: Angst, Leid und Verwirrung in den alten indischen Schriften und ihre Bedeutung für die Entstehung von Krankheiten", en Wilhelm Bitter, comp., Abendländliche Therapie und östliche Weisheit, Stuttgart, Klett, 1968.

40 John Ferguson, The Place of Suffering, Cambridge, Clarke, 1972. Una densa historia del trasfondo clásico y hebreo frente al cual se desarrolló la actitud cristiana hacia el sufrimiento.

41 Oliver Wendell Holmes, Medical Essays, Boston, 1883.

42 Jacques Sarano, "L'Échec et le médecin", en Jean Lacroix, comp., Les hommes devant l'échec, París, PUF, 1968, cap. 3, pp. 69-81.

43 Para un estudio exhaustivo del valor diagnóstico atribuido al dolor en la literatura hipocrática, veáse A. Souques, "La Douleur dans les livres hippocratiques: Diagnostiques rétrospectifs", Bulletin de la Société Française de l'Histoire de Médecine 31, 1937, pp. 209-14; 32, 1938, pp. 178-86; 33, 1939, pp. 37-8, 131-44; 34, 1940, pp. 53-9, 79-93.

44 Con respecto a la evolución de los términos usados en la Biblia para designar el dolor y el sufrimiento corporales, véase Gerhard Kittel, Theologisches Wörterbuch zum Neuen Testament, Stuttgart, Kohlhammer, 1933, los siguientes artículos: lype (Bultmann); asthenés (Stahlin); pascho (Michaelis); nosos (Oepke).

45 Immanuel Jakobovitz, "Attitude to Pain", en Jewish Medical Ethics, Nueva York, Bloch, 1967, p. 103.

46 Julius Preuss, Biblisch-talmudische Medizin: Beitrag zur Geschichte der Heilkunde und der Kultur überhaupt, 3a. ed., Berlín, Karger, 1923. Friedrich Weinreb, Vom Sinn des Erkrankens, Zürich, Origo, 1974: la palabra hebrea para "enfermedad" tiene la misma raíz que la palabra para "ordinario".

47 Friedrich Fenner, Die Krankheit im Neuen Testament: Eine religiöse und medizin-geschichtliche Untersuchung, Untersuchungen zum Neuen Testament, no. 18, 1930 (disertación, Univ. de Jena, 1930).

48 Harold Rowley, Servant of the Lord and Other Essays on the Old Testament, 2a. ed., Naperville, Ill., Allenson, 1965. Christopher R. North, Suffering Servant in Deutero-Isaiah: An Historical and Critical Study. 2a. ed., Nueva York, Oxford University Press, 1956.

49 Ver referencias en la nota 18, pp. 185-86.

50 K.E. Rothschuh, "Geschichtliches zur Physiologie des Schmerzes", en Documenta Geigy: Problems of Pain, Basel, 1965, p. 4. Se entendía que le dolor era "percibido a través de la facultad sensorial de la sentiens anima; (era) concebido como una propiedad del alma, una propiedad distribuida por todo el cuerpo".

51 Herbert Plügge, Der Mensch und sein Leib, Tübingen, Niemeyer, 1947.

52 Gottfried Wilhelm Leibnitz, Essais de Théodicée sur la bonté de Dieu, la liberté de l'homme et l'origine du mal, París, Garnier-Flammarion, 1969, no. 342.

53 El dolor llegó a ser considerado misterioso e ingobernable sin auxilios técnicos. Para orientación sobre la actitud romántica hacia el dolor y el uso de narcóticos, véase Alethea Hayter, Opium and the Romantic Imagination, Berkeley, University of California Press, 1969. También M.H. Abrams, The Milk of Paradise, Nueva York, Harper and Row, 1970. Evitarlo llegó a ser suprema importancia: Robert Mauzi, L'idée du bonheur dans la littérature et la pensée françaises au 18ème siècle, París, Colin, 1960, especialmente pp. 300-10 sobre el surgimiento de la convicción de que el dolor es el único "mal" verdadero.

54 Charles Richet, "Douleur", en Dictionnaire de physiologie, París, Félix Alcan, 1902, vol. 5, pp. 173-93. En su clásico diccionario de fisiología en cinco volúmenes, Richet analiza el dolor como un hecho fisiológico y psicológico sin considerar ni la posibilidad de su tratamiento ni su importancia diagnóstica. Llega en definitiva a la conclusión de que el dolor es supremamente útil (souverainement utile) porque nos hace apartarnos del peligro. Todo abuso es seguido inmediatamente para nuestro castigo por el dolor, que es sin ninguna duda superior en intensidad al placer que produjo el abuso.

55 Mitford M. Mathews, comp., A Dictionary of Americanisms on Historical Principles, Chicago, University of Chicago Press, 1966: "matadolores (pain-killer). Cualquiera de diversas medicinas o remedios para abolir o aliviar el dolor. 1853 La Crosse Democrat, 7 Junio 2/4 Ayer's Cherry Pectoral, Perry Davis' Pain Killer. 1886 Ebbut Emigrant Live 119. En la casa tenemos un frasco de 'matadolores'... para fines medicinales."

56 Kenneth Minogue, The Liberal Mind, Londres, Methuen, 1963.

57 Victor E. Frankl, Homo patients: Versuch einer Pathodizee, Viena, Deutike, 1950.

58 Robert J. Lifton, Death in Life: Survivors of Hiroshima, Nueva York, Random House, 1969.

59 Des Pres, Terrence: Survivors and the will to bear witness. Del libro de próxima aparición: The survivors, Oxford Univ. Press, 1974, en: Social Research, Vol. 40, No. 4, invierno de 1973, págs. 668 a 690, presenta una crítica constructiva de Lifton, Robert, v. n. Según él, los supervivientes de los campamentos de concentración tienen el impulso de dar importancia a una experiencia anónima que han conocido: el dolor que carece completamente de sentido. Según Des Pres, su mensaje es profundamente ofensivo porque desde mediados del siglo XIX el sufrimiento de los demás ha llegado a revestirse de un carácter moral. Kierkegaard predicaba la salvación por el dolor, Nietzsche ensalzaba los bajos fondos, Marx a los pisoteados y oprimidos. El superviviente despierta la envidia de su sufrimiento, y simultáneamente ofrece el testimonio de que el dolor sólo pueden valorarlo unos cuantos privilegiados. Propongo otra explicación: la gente evita al superviviente porque éste se siente impulsado a despertar la atención sobre el aumento del dolor completamente carente de significado que se soporta, no se sufre, en la sociedad industrial.

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