jueves, 17 de enero de 2013

5. LA MUERTE ESCAMOTEADA

5. LA MUERTE ESCAMOTEADA
Notas

1 Robert G. Olson, "Death", en Encyclopedia of Philosophy, comp. P. Edwards, Nueva York, McMillan, 1967. Vol. 2, pags. 307-9 da una breve y lúcida introducción al conocimiento de la muerte y al miedo a la muerte. Herman Feifel, comp., The Meaning of Death, Nueva York, McGraw-Hill, 1959, dio un gran impulso en los Estados Unidos a las investigaciones psicológicas sobre la muerte. Robert Fulton, comp., Death and Identity, Nueva York, Wiley, 1965, es una notable antología de contribuciones breves que en conjunto reflejan el estado de las investigaciones en inglés en 1965. Paul Landsberg, Essai sur l'expérience de la mort, suivi de Problème moral de suicide, París, Seuil, 1951, es un análisis clásico. José Echeverría, Réflexions métaphysiques sur la mort et le problème du sujet, París, J. Vrin, 1957, es un lúcido intento de formular una fenomenología de la muerte. Christian von Ferber, "Soziologische Aspekte des Todes: Ein Versuch über einige Beziehungen der Soziologie zur philosophischen Anthropologie", Zeitschrift für evangelische Ethnik, 7, 1963, pp. 338-360, un vigoroso argumento para que la muerte vuelva a ser un grave problema público. El autor cree que la muerte reprimida, convertida en asunto privado y propio de profesionales únicamente refuerza la explotadora estructura de clase de la sociedad. Un artículo muy importante. Véase también Vladimir Jankelevitch, La mort, París, Flammarion, 1966 y Edgar Morin, L'homme et la mort, parís, Seuil, 1970.

2 Para el estudio de la antigua imagen de la muerte en nuestro contexto general, los siguientes textos son útiles: Fielding H. Garrison, "The Greek Cult of the Dead and the Chthonian Deities in Ancient Medicine", Annals of Medical History, 1, 1917, pp. 35-53. Alice Walton, The Cult of Asklepios, Cornell Studies in Classical Philology, nº 3, 1894, New York, Johnson Reprint Corp., 1965. Ernst Benz. Das Todesproblem in der stoischen Philosophie, Stuttgart, Kohlhammer, 1929, XI, Tübinger Beiträge zur Altertumswiss, 7, Ludwig Wachter, Der Tod im alten Testament, Stuttgart, Calwer, 1967. Jocelyn Mary Catherine Toynbee, Death and Burial in the Roman World, Londres, Thames and Hudson, 1971. K. Sauer, Untersuchungen zur Darstellung des Todes in der griechisch-römischen Geschichtsschreibung, Frankfurt, 1930. J. Kroll, "Tod und Teufel in der Antike", Verhandlungen der Versammlung deutscher Philologen 56, 1926. Hugo Blummer, "Die Schilderung des Sterbens in der griechischen Dichtkunst", Neue Jahrbücher des klassischen Altertums, 1917, pp. 499-512.

3 Este capítulo se basa en gran parte en los magistrales ensayos de Philippe Ariès, "Le culte des morts á l'époque moderne", Revue de l'Académie des Sciences morales et politiques, 1967, pp. 25-40; "La Mort inversée: Le changement des attitudes devant la mort dans les sociétés occidentales", Archives européennes de sociologie 8, nº 2, 1967; "La Vie et la mort chez les français d'aujourd'hui", Ethnopsychologie 27, marzo 1972, pp. 39-44; "La Mort et le mourant dans notre civilisation", Revue française de sociologie, 14, enero-marzo 1973, "Les techniques de la mort", en Histoire des populations françaises et de leurs attitudes devant la vie depuis le XVIII siècle, 1948; París, Seuil, 1971, pp. 373-98. Una sinopsis en inglés: Philippe Ariès, Western Attitudes Towards Death: From the Middle Ages to the Present, trad. Patricia Ranum, Baltimore, Johns Hopkins, 1974; Londres, Marion Boyars, 1976. "La Mort inversée" apareció traducida por Bernard Murchland como "Death Inside Out" en Hastings Center Studies 2, mayo 1974, pp. 3-18 (la bibliografía no figura en la traducción).

4 En este capítulo me interesa, sobre todo, la imagen de la "muerte natural". Utilizo el término "muerte natural" porque observo que se emplea ampliamente entre el siglo XVI y principios del XX. Lo opongo a la "muerte primitiva", que llega por acción de algún agente misterioso, pavoroso, sobrenatural o divino, y a la "muerte contemporánea", que a menudo se concibe como el resultado de una injusticia social, como la consecuencia de la lucha de clases o de la dominación imperialista. Me interesa la imagen de esta muerte natural, y su evolución durante los cuatro siglos en que fue común en las civilizaciones occidentales. Debo la idea de abordar mi tema en esta forma a Werner Fuchs, Todesbilder in der moderner Gesellschaft, Frankfurt, Suhrkamp, 1969. Acerca de mi desacuerdo con el autor véase más adelante, nota 54, p. 269.

5 Thomas Ohm, Die Gebetsgebärden der Völker und das Christentum, Leiden, Brill, 1948, pp. 372 ss., especialmente pp. 389-90, reúne pruebas sobre danzas celebradas en cementerios y la lucha de las autoridades eclesiásticas contra ellas. Una historia médica de la ceremonia religiosa occidental: E.L. Backman, Religious Dances in the Christian Church and in Popular Medicine, Estocolmo, 1948; trad. E. Classen, Londres, Allen and Unwin, 1952. Una bibliografía de los aspectos religiosos de la danza: Émile Bertaud, "Danse religieuse", en Dictionnaire de spiritualité, fascículos 18-19, pp. 21-37. A. Schimmel, "Tanz: I. Religionsgeschichtlich", en Die Religion in Geschichte und Gegenwart, Tübingen, 1962, vol. 6, pp. 612-14. Para la historia de las danzas en las iglesias cristianas o sus alrededores véase L. Gougaud, "La danse dans les églises", Revue d'histoire eclésiastique 15, 1914, pp. 5-22, 229-45. J. Baloch, "Tänze in Kirche und Kirchhöfen", Niederdeutsche Zeitschrift für Volkskunde, 1928. H. Spanke, "Tanzmusik in der Kirche des Mittelalters", Neuphilosophische Mitteilungen 31, 1930. Precedentes germánicos de las danzas cristianas en los cementerios. Richard Wolfram, Schwerttanz und Männerbund, Kassel, Bärenreiter 1937, sólo parcialmente impreso. Werner Danckert, "Totengräber", en Unehrliche Leute: Die verfehmten Berufe, Berna, Francke, 1963, pp. 50-6.

6 Johan Huizinga, "La imagen de la muerte", en El otoño de la Edad Media: Estudios sobre las formas de la vida y del espíritu durante los siglos XIV y XV en Francia y en los Países Bajos, 4a. ed., Madrid, Revista de Occidente, 1952, cap. 11, pp. 187-204.

7 Gerhart B. Ladner, The Idea of Reform: Its Impact on Christian Thought and Action in the Age of the Fathers, Cambridge, Harvard University Press, 1959. Consúltese la pág. 163 sobre las dos corrientes dentro de la iglesia acerca de la relación de la muerte con la naturaleza desde el siglo IV. Par Pelagio la muerte no era un castigo por el pecado, y Adán hubiera muerto aunque no hubiese pecado. En esto difiere de la doctrina de Agustín de que Adán había recibido la inmortalidad como un don especial de Dios, y difiere más aún de los padres griegos de la Iglesia según los cuales Adán tenía un cuerpo espiritual o "resurreccional" antes de haber pecado.

8 Hasta entonces el difunto había aparecido sin edad en su monumento funerario. En esa época comienza a aparecer como un cadáver en descomposición. Kathleen Cohen, Metamorphosis of a Death Symbol: The Transi-Tomb in the Late Middle Ages and the Renaissance, Los Angeles, Univ. of California Press, 1973. Las tumbas espantosas hechas para lección de los vivos empezaron a aparecer en los últimos años del siglo XIV. J.P. Hornung, Ein Beitrag zur Ikonographie des Todes, disertación, Univ. de Freiburgo, 1902. El encuentro entre los vivos y los muertos cobra importancia en un nuevo género literario: Stefan Glixelli, Les cinq poèmes des trois morts et des trois vifs, París, H. Champion, 1914; J.S. Elgilsrud, Le Dialogue des morts dans les littératures française, allemande et anglaise, París, L'Entente linotypiste, 1934; Kaulfuss-Diesch, "Totengespräche", en Reallexikon der deutschen Literaturgeschichte, vol. 3, pp. 379 ss; y encuentra una nueva expresión visual: Karl Kunstle, Die Legende der drei Lebenden und der drei Toten, Freiburgo, Herder, 1908; Willy Rotzler, Die Begegnungen der drei Lebenden und der drei Toten: Ein Beitrag zur Forschung über mittelalterliche Vergänglichkeitsdarstellung, Winterthur, Keller, 1961; Pierre Michault, Pas de la mort, ed. de Jules Petit, Société des Bibliophiles de Belgique, 1869; Albert Freybe, Das memento mori in deutscher Sitte, bildlicher Darstellung und Volksglauben, deutsche Sprache, Dichtung und Seelsorge, Gotha, Perthes, 1909. El hecho de que hacia 1500 la muerte adopte acentuados rasgos esqueléticos y una nueva autonomía no significa que no haya tenido siempre rasgos antropomórficos si no en el arte, en la leyenda y la poesía. Paul Geiger, "Tod: 4. Der Tod als Person", en Handwörterbuch des deutschen Aberglaubens, Berlín, W. de Gruyter, 1927-42, vol. 8, pp. 976-85.

9 El gran libro sobre el espejo en la pintura es G.F. Hartlaub, Zauber des Spiegels: Geschichte und Bedeutung des Spiegels in der Kunst, Munich, Piper, 1951. La sec. iii el cap. 7, "Spiegel der Vanitas", trata particularmente del espejo como recordamiento de transitoriedad. Ver también G.F. Hartlaub, "Die Spiegelbilder des Giovanni Bellini", Pantheon 15, noviembre 1942, pp. 235-41. La interpretación por Bellini del uso del espejo para representar la intensidad de la nueva conciencia de la ambigüedad de la anatomía humana. Henrich Schwarz, "The Mirror in Art", Art Quarterly 15, 1952, pp. 96-118. Específicamente sobre la "vanidad".

10 Wolfgang Stammler, Frau Welt: Eine mittelalterliche Allegorie, Freiburger Universitätsreden, 1959. El "mundo" pintado en el arte medieval como una figura femenina -mitad ángel, mitad demonio-, representa el poder de los bienes humanos, la belleza de la naturaleza, pero también la decadencia de todo lo humano.

11 Para una bibliografía sobre actitudes hacia la muerte entre pueblos primitivos, ver Edgar Herzog, Psyche and Death: Archaic Myths and Modern Dreams in Analytical Psychology, Nueva York, Putnam, 1967. La muerte primitiva siempre se concibe como resultado de una intervención de un agente. Para los fines de mi tesis no tiene importancia la naturaleza de ese agente. Aunque no es actual, Robert Hertz, "Contribution á une étude sur la représentation collective de la mort", L'Anné sociologique, 10, 1905-1906, pp. 48-137, sigue siendo el mejor archivo de textos antiguos acerca de ese tema. Se complementa con E.S. Hartland y otros, "Death and the Disposal of the Dead", en Encyclopedia of Religion and Ethics, 1925-1932, vol. 4, pp. 411-511. Rosalind Moss, The Life after Death in Oceania and the Malay Archipelago, 1925, Ann Arbor, Mich. University Mircrofilms, 1972, muestra que las formas de inhumación tienden a influir sobre las creencias acerca de la causa de defunción y la naturaleza de la otra vida. Hans Kelsen, "Seele und Recht", en Aufsätze zur Ideologiekritik, Neuwied/Berlin, Luchterhand, 1964, opina que el temor universal a los sanguinarios ancestros presta apoyo al control social. Consúltense también las siguientes obras de James George Frazer: Man, God and Immortality, Londres, McMillan, 1927: The Belief in Immortality and the Worship of the Dead, vol. 1, The Belief Among the Aborigines of Australia, the Torres Straits Islands, New Guinea and Melanesia, 1911; reimpr., Nueva York, Barnes and Noble, 1968; The Fear of the Dead in Primitive Religion, Nueva York, Biblo and Tannen, 1933. Asimismo, especialmente pp. 30-3, 237-52 Claude Lévi-Strauss, El pensamiento salvaje, México, FCE, 1964. Sigmund Freud, Totem y tabú, Madrid, Alianza Editorial, 1967.

12 Robert Bossuat, Manuel bibliographique de la littérature française du moyen âge, Melun, Librarie d'Argences, 1951, "Danse macabre", nos. 3577-80, 7013.

13 Sobre la evolución del motivo de Jederman "todo hombre" véase H. Linder, Hugo von Hoffmannstahls "Jederman" und seine Vorgänger, disertación, Univ. de Leipzig, 1928.

14 Alberto Tenenti, Il senso della morte e l'amore nella vita del Rinascimento, Turín, Einaudi, 1957. Alberto Tenenti, La Vie et la mort á travers l'art du XVe siècle, París, Colin, 1962.

15 Hans Holbein the Younger, The Dance of Death: A Complete Facsimile of the Original 1538 Edition of Les Simulachres et histoirees faces de la mort, Nueva York, Dover, 1971.

16 Walter Rehm, Der Todesgedanke in der deutschen Dichtung vom Mittelalter bis zur Romantik, Tübingen, Niemeyer, 1967, da pruebas de un cambio importante en la imagen de la muerte en la literatura alrededor del año 1400 y luego nuevamente alrededor de 1520. Véase también Edelgar Dubruck, The Theme of Death in French Poetry of the Middle Ages and the Renaissance, Atlantic Highlands, N.J. Humanities Press, 1965, y L.P. Kurtz, The Dance of Death and the Macabre Spirit in European Literature, Nueva York, Institute of French Studies, 1934. Para la nueva imagen de la muerte de la clase media en ascenso en el medioevo tardío, veáse Erna Hitsch, Tod un Jenseits im Spätmittelalter: Zugleich ein Beitrag zur Kulturgeschichte des deutschen Bürgertums, disertación, Univ. de Marburgo, Berlín, 1927. Específicamente sobre la Danza de la Muerte: Hellmut Rosenfeld, Der mittelalterliche Totentanz: Entstehung, Entwicklung, Bedeutung, Münster Köln, Bohlau, 1954, ilustrado. Hellmut Rosenfeld, "Der Totentanz in Deutschland, Frankreich und Italien", Littérature Moderne 5, 1954, pp. 62-80. Rosenfeld es la mejor introducción a estas investigaciones y da una bibliografía detallada y al día. Para documentación más antigua, complementar con H.F. Massman, Literatur der Totentänze, Leipzig, Weipel, 1840. Véase también Gert Buchheit, Der Totentanz, seine Entstehung und Entwicklung, Berlín, Horen, 1928, Wolfgang Stammler, Die Totentänze des Mittelalters, Munich, Stobbe, 1922, y James M. Clark, The Dance of Death in the Middle Ages and the Renaissance, Glasgow, Jackson, 1950. Los tres tomos de Stephen P. Kosaky: Geschichte der Totentänze, vol. 1, Lieferung: Anfänge der Darstellungen des Vergänglichkeitsproblems; vol. 2, Lieferung: Danse macabre Einleitung: Die Todesdidaktik der Vortotentanzzeit; vol. 3, Lieferung: Der Totentanz von heute, Bibliotheca Humanitatis Historica, vols. 1, 5 y 7, Budapest, Magyar Történiti Múzeum, 1936-44, contienen una mina de información, citas de textos antiguos y cerca de 700 grabados muy reducidos y mal reproducidos de la Danza de la Muerte hasta la segunda guerra mundial. J. Saugnieux, L'iconographie de la mort chez les graveurs français du XVe siècle 1974, y Danses macabres de France et d'Espagne et leurs prolongements littéraires, fasc. 30, Bibliothéque de la Faculté des Letter de Lyon, París, Les Belles Letters, 1972. Dietrich Briesenmeister, Bilder des Todes, Unterscheidheim, W. Elf, 1970: reproducciones muy claras y organizadas de acuerdo a diferentes temas. Consúltense las iconografías clásicas sobre el arte cristiano occidental: Karl Kunstle, Ikonographie der christilichen Kunst, 2 vols., Freiburgo, Herder, 1926-28; Émile Male, L'art religieux á la fin du moyen âge en France: Etude sur l'iconographie du moyen âge et sur ses sources d'inspiration, París, Colin, 1908, vol. 1, cap. 2, "La Mort", p. 346 (véanse también los otros tres tomos sobre el arte religioso en Francia). Compárese con iconografía oriental (Monte Athos): Dionisio de Fourna, Manuel d'iconographie chrétienne, grècque et latine, con introducción y notas de A.N. Didron, trad. por P. Durand de un manuscrito bizantino, 1845; reimpr, Nueva York, B. Franklin, 1963. T.S.R. Boase, Death in the Middle Ages: Mortality Judgement and Remembrance, Nueva York, McGraw-Hill, 1972.

17 Véase Helmuth Plessner, "On the Relation of Time to Death", en Joseph Campbell, comp., Papers from the Eranos Yearbooks, vol. 3. Man and Time, Bollingen Series XXX, Princeton, N.J. Princeton Univ. Press, 1957, pp. 233-63, especialmente p. 255. Sobre la influencia del tiempo en la imagen de la muerte en Francia, véase Richard Glasser, Time in French Literature and Thought, trad. C.G. Pearson, Manchester, University Press, 1972, en particular p. 158 y cap. 3, "The concept of Time in the Later Middle Ages", pp. 70-132. Sobre la influencia creciente de la conciencia del tiempo sobre el sentido de lo finito y de la muerte, véase Alois Hahn, Einstellungen zum Tod und ihre soziale Bedingtheit: Eine soziologische Untersuchung, Stuttgart, Enke, 1968, especialmente pp. 21-84. Joost A.M. Keerloo, "The Time Sense in Psychiatry", en J.T. Fraser, comp., The Voices of Time, Nueva York, Braziller, 1966, pp. 235-52. Siegfried Giedion, Space, Time and Architecture: The Growth of a New Tradition, 4a. ed., Cambridge, Mass., Harvard University Press, 1962.

18 Jurgis Baltrusaitis, La Moyen Âge fantastique: Antiquités et exotisme dans l'art gothique, París, Colin, 1955.

19 Martín Lutero, interpretación del Salmo 90, WA 40/III: 485 ss.

20 La respuesta a la muerte "natural" fue una transformación profunda del comportamiento a la hora de la muerte. Para las publicaciones contemporáneas, véase Mary Catherine O'Connor, The Art of Dying Well: The Development of the Ars Moriendi, Nueva York, AMS Press, 1966. L. Klein, Die Bereitung zum Sterben: Studien zu den evangelischen Sterbebüchern des 16. Jahrhunderts, disertación, Univ. de Göttingen, 1958. Sobre las costumbres véase Placidus Berger, "Religiöses Brauchtum im Umkreis der Sterbeliturgie in Deutschland", Zeitschrift für Missionswissenschaft und Religionswissenschaft 5, 1948: 108-248. Véase también Manfred Bambeck, "Tod und Unsterblichkeit: Studien zum Lebensgefühl der französischen Renaissance nach dem Werke Ronsards", disertación en ms., Univ. de Frankfurt, 1954. Hildegard Reifschneider, "Die Vorstellung des Todes und des Jenseits in der geistlichen Literatur des XII Jh." disertación en ms., Univ. de Tübingen, 1948. Eberhard Klass, Die Schilderung des Sterbens im mittelhochdeutschen Epos: Ein Beitrag zur mittelhochdeutschen Stilgeschichte, disertación, Univ. de Freigswald, 1931.

21 Gustav Künstler, "Das Bildnis Rudolf des Stifters, Herzogs von Österreich, und seine Funktion", extracto de Mitteilungen der Österreichischen Galerie 1972, Viena, Kunsthistorisches Museum, 1972, acerca del primero de esos retratos.

22 G. y M. Vovelle, "La Mort et l'au-delà en Provence d'après les autels des âmes du purgatoire: XVe-XXe siècles", Cahiers des Annales 29, 1970: 1602-34. Howard R. Patch, The Other World According to Descriptions in Medieval Literature, Cambridge, Mass., Harvard Univ. Press, 1950: El otro mundo en la literatura medieval, México, FCE, 1956.

23 Sobre el "juicio" en la historia de las religiones, véase Sources Orientales, Le Jugement des morts, París, Seuil, 1962; Leopold Kretzenbacher, Die Seelenwaage: Zur religiösen Idee vom Jenseitsgericht auf der Schicksalswaage in Hochreligion, Bildkunst und Volksglaube, Klagenfurt, Landesmuseum für Kärten, 1958.

24 Merlin H. Forster, comp., La muerte en la poesía mexicana, México, Diógenes, 1970. Emir Rodríguez Monegal. "Death as a Key to Mexican Reality in the Works of Octavio Paz", mimeografiado, Yale Univ., s.f., c. 1973.

25 En las zonas rurales estas costumbres sobreviven: Arnold van Genep, Manuel de folklore français contemporain, vol. 1, Du berceau á la tombe, París, Picard, 1943-46. Lenz Kriss-Rettenbeck, "Tod und Heilserwartung", en Bilder und Zeichen religiösen Volksglaubens, Munich, Callwey, 1963, pp. 49-56. Véanse artículos de Paulin Geiger sobre "Sterbegeläute", "Sterben", "Sterbender", "Sterbekerze", "Tod", "Tod ansagen", "Tote (der)", "Totenbahre", en Handwörterbuch des deutschen Aberglaubens, Berlín, W. de Gruyter, 1936-37, vol. 8. Albert Freybe, Das alte deutsche Leichenmahl in seiner Art und Entartung, Gütersloh, Bertelsmann, 1909, pp. 5-86.

26 Para una introducción a las funciones del sacerdote católico ante el lecho de muerte, véase C. Ruch, "Extrême onction", en Dictionnaire de Théologie Catholique, 1939, vol. 5, pt. 2, pp. 1927-85. Henri Roondet, "Extrême onction", en Dictionnaire de Spiritualité, 1960, vol. 4, pp. 2189-2200.

27 Magnus Schmid, "Zum Phänomen der Leiblichkeit in der Antike dargestellt an der 'Facies Hippocratia'", Sudhoffs Archiv, supl. 7, 1966, pp. 168-77. Karl Sudhoff, "Eine Kleine deutsche Todesprognostik", Archiv für Geschichte der Medizin 5, 1911, p. 240, y "Abernal eine deutsche Lebens- und Todesprognostik", ibid., 6, 1911, p. 231.

29 Paracelsus, Selected Writings, trad. Norbert Guterman, Bollingen Series XXVIII, Princeton, N.J., Princeton Univ. Press, 1969. Obras Completas. Schapire, 1965.

30 Heinrich Brunner, Deutsche Rechtsgeschichte, Berlín, Von Duncker and Humbolt, 1961, vol. 1, pp. 254 ss. Paul Fischer, Strafen und sichernde Massnahmen gegen Tote im germanischen und deutschen Recht, Düsseldorf, Nolte, 1936. H. Fehr, "Tod und Teufel im alten Recht", Zeitschrift der Savigny Stiftung für Rechtsgeschichte, 67, 1950, pp. 50-75. Paul Geiger, "Leiche", en Handwörterbuch des deutschen Aberglaubens, Berlín, W. de Gruyter, 1932-33, vol. 5. Karl König, "Die Behandlung der Toten in Frankreich im späteren Mittelalter und zu Beginn der Neuzeit (1350-1550)", disertación en ms., Univ. de Leipzig, 1921. Hans von Henting, Der nekrotope Mensch: Vom Totenglauben zur morbiden Totennähe, Stuttgart, Enke, 1964. Paul J. Doll, "Les droits de la science après la mort", Diogène, no. 75, julio-septiembre 1971, pp. 124-42.

31 El contraste se ve claramente cuando se compara Loren C. MacKinney, Medical Illustrations in Medieval Manuscripts, Berkeley; Univ. of California Press, 1965, con Millard Meiss, Painting in Florence and Siena after the Black Death: The Arts, Religion and Society in the Mid-Fourteenth Century, Princeton, N.J., Princeton Univ. Press, 1951. El arte, liberado de la necesidad de representar el dogma, muestra ahora la figura humana, sus acciones, y aun las cosas muertas que la rodean, íntimamente entretejidas en la representación del momento fugaz (Vergänglichkeit).

32 Maurice Bariety y Charles Coury, "La Dissection", en Histoire de la médecine, París, Fayard, 1963, pp. 409-11.

33 Hermann Bauer, Der Himmel in Rokoko; Das Fresko im deutschen Kirchenraum im 18. Jahrhundert, Munich, Pustet, 1965.

34 Acerca del reflejo de la muerte en la literatura de los siglos XVII y XVIII: Richard Sexau, Der Tod in deutschen Drama des 17. und 18. Jahrhunderts: Von Griphius bis zu Sturm und Drang, Berna, Francke, 1906. Friedrich-Wilhelm Eggebert, Das Problem des Todes in der deutschen Lyrik des 17. Jahrhunderts, Breslau, Prietbatsch, 1935.

35 Philippe Ariès, "La mort inversée. Le changement des attitudes devant la mort dans les sociètes occidentales", en: Archives Européenes de Sociologie, vol. VIII, nº 2, 1967, págs. 169-195; pág. 175: "...El hombre de la segunda mitad de la Edad Media y del Renacimiento (por oposición al hombre de la primera mitad de la Edad Media, de Rolando, que se sobrevivió en los campesinos de Tolstoi) deseaba participar en su propia muerte, porque veía en ella un momento excepcional en que su individualidad recibía su forma definitiva. No era amo de su vida, sin en la medida en que era el amo de su muerte. Su muerte le pertenecía y sólo a él. A partir del siglo XVII, dejó de ejercer sólo su soberanía sobre su propia vida y, por consiguiente, sobre su muerte. La compartió con su familia. Antes su familia era ajena a las decisiones graves que él debía tomar en relación con la muerte, y que tomaba solo".

36 Montaigne, Ensayos, lib. 1, cap. 57.

37 G. Peignot, Choix de testaments anciens et modernes, remarquables par leur importance, leur singularité ou leur bizarrerie, 2 vols., París, Renouard, 1829. Michel Vovelle, Mourir autrefois: Attitudes collectives devant la mort aux XVIIe et XVIIIe siècles, París, Archives Gallimard-Julliard, 1974, y Piété baroque et déchristianisation en Provence au XVIIIe siècle: Les Attitudes devant la mort d'après les clauses des testaments, París, Plon, 1974. Frederick Pollock y Frederic W. Maitland, "The Last Will", en The History of the English Law Before the Time of Edward I, Cambridge, University Press, 1968, vol. 1, cap. 6, pp. 314-56.

38 Philippe Ariès, "Les techniques de la mort", en Histoire des populations françaises et de leurs attitudes devant la vie depuis le XVIIIe siècle, París, Seuil, 1971, pág. 373 (primera edición 1948).

39 Philippe Ariès, L'enfant et la vie familiale sous l'ancien régime, París, Plon, 1960, cap. II, págs. 23 y sigs, "La découverte de l'enfance".

40 Matar a los viejos era una costumbre muy difundida hasta tiempos recientes. John Koty, Die Behandlung der Alten und Kranken bei den Naturvölkern, Stuttgart, Hirschfeld, 1934. Will-Eich Peuckert, "Altentötung" en Handwörterbuch der Sage: Namen des Verbandes der Vereine für Volkskunde, Gottingen, Vandenhoeck and Ruprecht, 1961. J. Wisse, Selbstmord und Todesfurcht bei den Naturvölkern, Zutphen, Thieme, 1933. El infanticidio continuó siendo suficientemente importante para influir sobre tendencias de población hasta el siglo IX. Emily R. Coleman, "L'Infanticide dans le haut moyen âge", trad. A. Chamoux, Annales Economies, Sociétés, Civilisations, 1974, nº 2, pp. 315-335.

41 Erwin H. Ackerknecht, "Death in the History of Medicine", Bulletin of the History of Medicine, 42, 1968, pp. 19-23. La muerte continuó siendo un problema marginal en las publicaciones médicas desde los griegos antiguos hasta Giovanni Maria Lancisi (1654-1720) durante el primer decenio del siglo XVIII. Luego y muy repentinamente, los "signos de muerte" adquirieron una importancia extraordinaria. La muerte aparente se convirtió en un mal tremendo temido por la Ilustración. Margot Augener, "Scheintod als medizinisches Problem im 18. Jahrhundert", Mitteilungen zur Geschichte der Medizin, nos. 6 y 7, 1967. Los mismos filósofos integrantes de la minoría que negaba positivamente la supervivencia de una alma, también adquirieron un miedo secularizado al infierno que podía amenazarlos si los enterraban cuando sólo estaban aparentemente muertos. los filántropos que luchaban por aquellos en peligro de muerte aparente fundaron sociedades dedicadas a socorrer ahogados y quemados, y se elaboraron pruebas para cerciorarse de que habían muerto. Elizabeth Thomson, "The Role of the Physician in Human Societies of the 18th Century", Bulletin of the History of Medicine, 37, 1963, pp. 43-51. Una de esas pruebas consistía en soplar con una trompeta en la oreja del difunto. La histeria a causa de la muerte aparente desapareció con la Revolución Francesa tan repentinamente como había aparecido en los albores del siglo. Los médicos empezaron a preocuparse por la resurrección un siglo antes de ser empleados con la esperanza de prolongar la vida de los viejos.

42 Theodor W. Adorno, Minima Moralia: Reflexionen aus dem beschädigten Leben, Frankfurt am Main, Suhrkamp, 1970.

43 E. Ebstein, "Die Lungenschwindsucht in der Weltliteratur", Zeitschrift für Bücherfreunde 5, 1913.

44 Alfred Scott Warthin, "The physician of the Dance of Death", Annals of Medical History, nueva serie 2, julio 1930, pp. 350-71; septiembre 1930, pp. 453-69; 2, noviembre 1930, pp. 697-710; 3, enero 1931, pp. 75-109; 3, marzo 1931, pp. 134-65. Tiene que ver exclusivamente con el médico en la Danza de la Muerte. Werner Block, Der Arzt und der Tod in Bildern aus sechs Jahrhunderten, Stuttgart, Enke, 1966, estudia el encuentro del médico con la muerte dentro y fuera de una danza formal.

45 Véase más arriba nota 130, p. 105.

46 Richard H. Shryock, The Development of Modern Medicine: An Interpretation of the Social and Scientific Factors Involved, 2a. ed., Nueva York, Knopf, 1947.

47 Hildegard Steingiesser, Was die Ärzte aller Zeiten vom Sterben wussten, Arbeiten der deutsch-nordischen Gesellschaft für Geschichte der Medizin, der Zahnheilkunde und der Naturwissenschaften, Greifswald, Univ. Verlag Ratsbuchhandlung L. Bamberg, 1936.

48 Bernard Ronze, "L'antitragique ou l'homme qui perd sa mort", Etudes, noviembre 1974, pp. 511-528, sostiene que el esfuerzo por programar la muerte es un intento de minar la capacidad humana para la esperanza y la angustia, para la soledad y la trascendencia.

49 Siegfried Giedion, Mechanization Takes Command: A Contribution to Anonymous History, Nueva York, Norton, 1969. Sobre la mecanización y la muerte, véase pp. 209-40.

50 Alfred Adler, "Ein Beitrag zur Psychologie der Berufswahl", en Alfred Weber y Carl Furtmüller, comps., Heilen und Bilden, Frankfurt, Fischer, 1973.

51 Véase especialmente Block, Der Arzt und der Tod; Warthin, "The Physician of the Dance of Death"; Briesenmeister, Bilder des Todes.

52 Seleccioné estos ejemplos de entre cientos de reproducciones reunidas por Valentina Borremans en Cuernavaca; todas representan los rasgos y gestos de la muerte antropomórfica.

53 Para una bibliografía sobre la muerte en la sociedad contemporánea consultar, antes, notas 186 (p. 133), 191 (p. 134), 207 (p. 140), 209 (p. 140). También John McKnight, "A Bibliography of 225 Items of Suggested Readings for a Course on Death in Modern Society in a Theological Perspective", mimeografiada, 1973, enlista textos cristianos contemporáneos sobre la muerte en una sociedad industrial. John Riley, Jr., y Robert W. Habenstein, "Death: 1. Death and Bereavement; 2. The Social Organization of Death", en International Encyclopedia of the Social Sciences, Nueva York, McMillan, 1968, vol. 4, pp. 19-28. Joel J. Vernick, Selected Bibliography on Death and Dying, US Department of Health, Education and Welfare, Public Health Service, National Institutes of Health, 1971. Complementa a Kalish y Kutscher.

54 Werner Fuchs, Todesbilder in der modernen Gesellschaft, niega que la muerte sea reprimida en la sociedad moderna. Geoffrey Gorer, Death, Grief and Mourning, Nueva York, Doubleday, 1965. La tesis de Gorer de que la muerte ha ocupado el lugar del sexo como tabú principal, parece a Fuchs infundada y engañosa. La tesis de la represión de la muerte suele ser promovida por personas de convicciones profundamente anti-industriales con el objeto de demostar la impotencia última de la empresa industrial cara a cara con la muerte. El tema de la represión de la muerte se utiliza con insistencia para elaborar apologías en favor de Dios y de la otra vida. El hecho de que la gente tenga que morir se toma como prueba de que nunca controlará de manera autónoma la realidad. Fuchs interpreta como vestigios de un pasado primitivo todas las teorías que niegan la calidad de la muerte. Sólo considera científicas las que corresponden a su idea de una estructura social moderna. Su imagen de la muerte contemporánea es resultado de su estudios del lenguaje utilizado en las secciones necrológicas de los periódicos alemanes. Cree que lo que se llama "represión" de la muerte se debe a una falta de verdadera aceptación de la creencia cada vez más generalizada en la muerte como fin incuestionable y definitivo.

55 La actitud irracional de una sociedad que se enfrenta a la muerte se refleja en su incapacidad para habérselas con el Apocalipsis. Klaus Bloch, Ratlos vor der Apokalyptik, Gütersloh, Mohn, 1970.

56 Bronislaw Malinowski, "La muerte y la reintegración del grupo", en Magia, ciencia, religión, Barcelona, Ariel, 1974, pp. 52-61.

57 Eric J. Cassel. "Dying in a Technical Society", Hastings Center Studies, vol. 2, nº 2, mayo 1974, pp. 31-36: "La muerte ha pasado del interior del orden moral hasta el orden técnico... no creo que los hombres fueran inherentemente más morales en el pasado cuando el orden moral predominaba sobre el orden técnico.

58 Edgar Morin, L'homme et la mort, París, Seuil, 1970, desarrolla el argumento.

59 Dora Ocampo Villaseñor, "Cuando la tristeza se mezcla con la alegría", manuscrito, México, noviembre de 1974.

60 La humanidad industrializada necesita un tratamiento desde la cuna hasta el pabellón terminal. Elizabeth Kubler-Ross indica un nuevo tipo de terapéutica terminal en: On Death and Dying, New York, MacMillan, 1969. Ella sostiene que el moribundo pasa por varias etapas típicas y que el tratamiento adecuado puede facilitar este proceso a los "morituri" bien administrados. Paul Ramsey, "The Indignity of 'Death with Dignity'", Hastings Center Studies, vol. 2, nº 2, mayo 1974, pp. 47-62. Al comenzar los años setenta, los moralistas coinciden cada vez más en que la muerte tiene que aceptarse nuevamente y que todo lo que puede hacerse por los moribundos es acompañarlos en sus últimos momentos. Pero debajo de este acuerdo hay una interpretación cada vez más mundana, naturalista y antihumanística de la vida humana. Robert S. Morison, "The last Poem: The Dignity of the Inevitable and Necessary: Comentary on Paul Ramsey", Hastings Center Studies, vol. 2, nº 2, mayo 1974, pp. 62-66. Morison critica a Ramsey quien sugiere que todo aquel incapaz de hablar como ético cristiano debe proceder como algún "hipotético denominador común".

61 David Lester, "Voodoo Death: Some New Thoughts on an Old Phenomenon", American Anthropologist 74, junio 1972, pp. 386-90.

62 Pierre Delooz, "Who Believes in the Hereafter?" en André Godin, comp., Death and Presence, Bruselas, Lumen Vitae Press, 1972, pp. 17-38, muestra que en Francia los oradores públicos contemporáneos han separado eficazmente la creencia en Dios de la creencia en el más allá. Paul Danblon y André Godin, "How do People speak of Death?", en Godin, ibid., pp. 39-62. Danblon estudió entrevistas con 60 figuras públicas de habla francesa. Las analogías que hay entre las diversas religiones en cuanto a sus expresiones, sentimientos y actitudes hacia la muerte son mucho más fuertes que sus diferencias debidas a diversas creencias o prácticas religiosas. Joseph F. Fletcher, "Antidysthanasia: The Problem of Prolonging Death", Journal of Pastoral Care, 18, 1964, pp. 77-84, impugna la prolongación irresponsable de la vida, desde el punto de vista de un capellán de hospital diciendo: "Yo mismo convendría con Pío XII y por lo menos con dos Arzobispos de Canterbury, Lang y Fisher, que se han dedicado a este asunto, en que el conocimiento técnico del médico, sus "conjeturas educadas" y su experiencia debieran ser la base para decidir si existe alguna "razonable esperanza". Esa determinación está fuera de la competencia de un lego... pero habiendo determinado que la condición es irremediable, no puedo aceptar que sea prudente ni justo cargar a los médicos, como fraternidad, con la responsabilidad de decidir por sí solos se se ha de dejar morir al paciente." Esa tesis es común. Muestra cómo incluso las iglesias apoyan el juicio profesional. Esta convergencia de la práctica cristiana y del ejercicio médico se opone inflexiblemente a la actitud de la teología cristiana hacia la muerte. Ladislaus Boros, Mysterium mortis: Der Mensch in der letzten Entscheidung, Freiburg, Walter, 1962; Karl Rahner, Zur Theologie des Todes, Freiburg, Herder, 1963.

63 Daniel Maguire, "The Freedom to Die", Commonweal, 11 de agosto de 1972, pp. 423-428. Trabajando con espíritu creador y en formas no pensadas aún, los grupos políticos que representan a los moribundos y a los gravemente enfermos podrían convertirse en una fuerza curativa dentro de la sociedad. Jonas B. Robitscher, "The Right to Die: Do we have a Right not to be Treated?", Hastings Center Studies, vol. 2, nº 4, septiembre 1972, pp. 11-44.

64 Orville Brim y otros, comps., The Dying Patient, Nueva York, Russel Sage, 1960. Se refieren en primer lugar a la gama de análisis técnicos y de toma de decisiones en que se ocupan los profesionales de la salud cuando se dedican a determinar las circunstancias "en que debería ocurrir la muerte de un individuo". Proporcionan una serie de recomendaciones para que este proceso de ingeniería fuese "un tanto menos desairado y desagradable para el paciente, su familia, y sobre todo el personal encargado". En esta antología lo macabro se convierte en una nueva clase de obscenidad profesionalmente dirigida. Véase también David Sudnow, "Dying in a Public Hospital", en ibid., pp. 191-208.

65 Sudnow, David, ibid., en su estudio de la organización social informa: "... se observó a una enfermera tratando durante dos o tres minutos de cerrar los párpados de una enferma. La mujer estaba muriendo, explicó la enfermera, y ella trataba de conseguir que los párpados se quedaran cerrados. Después de varios intentos infructuosos, la enfermera consiguió cerrarlos y dijo, con un suspiro de triunfo: 'Ahora está bien'. Cuando se le interrogó acerca de lo que hacía, respondió que los ojos de un paciente deben estar cerrados después de la muerte, de manera que el cadáver parezca una persona dormida. Explicó que era más difícil lograr esto después que los músculos y la piel habían comenzado a ponerse rígidos. Agregó que ella siempre procuraba cerrarlos antes de la muerte. De ese modo la eficiencia era mayor cuando llegaba el personal del pabellón a envolver el cuerpo. Había que tener consideración hacia los trabajadores que preferían manejar cadáveres lo menos que fuera posible". Págs. 192 y 193.

66 Brillat-Savarin: "Méditation XXVI, De la mort", en: Physiologie du goût, Brillat-Savarin atendió a su tía abuela de 93 años cuando estaba muriendo. "Había conservado todas sus facultades y no habría uno advertido su estado si no fuera por su menor apetito y su voz débil. 'Estás ahí, sobrino?' 'Sí, tía, estoy a sus órdenes y creo que sería bueno que probara este buen vino viejo.' 'Dámelo, los líquidos van siempre para abajo.' La hice engullir un medio vaso de mi mejor vino; inmediatamente se reanimó y volviendo hacia mí sus ojos que habían sido muy hermosos, me dijo: 'Gracias por este último favor. Si alguna vez llegas a tener mi edad, verás que la muerte llega a ser tan necesaria como el sueño'. Esas fueron sus últimas palabras y media hora después estaba dormida para siempre."

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