jueves, 17 de enero de 2013

PARTE I: YATROGÉNESIS CLÍNICA

PARTE I: YATROGÉNESIS CLÍNICA
Notas

1 Erwin H. Ackerknecht, History and Geography of the Most Important Diseases, Nueva York, Hafner, 1965.

2 Odin W. Anderson y Monroe Lerner, Measuring Health Levels in the United States, 1900-1958, Health Information Foundation Research Series no. 11, Nueva York, Foundation, 1960. Marc Lalonde, A New Perspective on the Health of Canadians: A Working Document, Ottawa: Gobierno del Canadá, abril 1974. Este valeroso informe bilingüe franco-inglés presentado por el Secretario Federal de Salud de Canadá contiene una sección central policromada que muestra en una serie de gráficos los cambios registrados en la mortalidad en el Canadá.

3 René Dubos, The Mirage of Health: Utopian Progress and Biological Change. Nueva York, Anchor Books, 1959 [El espejismo de la salud: Utopía, progreso y cambio social, México, CFE, 1975], fue el primero en exponer de manera notable la ilusión de producir "mejor salud" como una enfermedad peligrosa e infecciosa fomentada por los médicos. Thomas McKeown y Gordon McLachlan, comps., Medical History and Medical Care: A Symposium of Perspectives, Nueva York, Oxford University Press, 1971, presentan una introducción a la sociología del pseudoprogreso médico. John Powles, "On the Limitations of Modern Medicine", en Science, Medicine and Man, Londres, Pergamon, 1973, Vol. 1, pp. 1-30, da una selección crítica de la literatura reciente, en inglés, sobre el tema. Con respecto a la situación en Estados Unidos consultar Rick Carlson, The End of Medicine, Nueva York, Wiley Interscience, 1975, su ensayo es "un sumario de base empírica y naturaleza teórica". Para denunciar la medicina norteamericana él escogió variables respecto de las cuales tenía pruebas completas cuya naturaleza era tal que le permitía manejarlas. Jean-Claude Polack, La médicine du capital, París, Maspero, 1970: una crítica de las tendencias políticas que buscan otorgar a la tecnología médica una influencia efectiva sobre la salud a través de la "democratización de los productos médicos de consumo". El autor descubre que estos mismos productos son modelados por una estructura burguesa de clases, represiva y alienate. Para usar la medicina para la liberación política será necesario "hallar en la enfermedad, aun contra el orden social existente".

4 Daniel Greenberg, "The 'War on Cancer': Official Fiction and Harsh Facts", Science and Government Report, vol. 4, 1o. de diciembre de 1974. Este informe bien documentado dirigido al lego sustenta que las proclamas de la Sociedad Americana del Cáncer con respecto a que el cáncer es curable y que se han logrado progreso "recuerdan el optimismo sobre Vietnam antes del diluvio".

5 Dorland's Illustrated Medical Dictionary, 25a ed., Filadelfia, Saunders, 1974: "Yatrogénico (iatro -Gr. médico, gennan -Gr. producir). Resultante de la actividad de los médicos. Originalmente aplicado a desórdenes inducidos en el paciente por autosugestión basada en el examen, la actitud o las explicaciones del médico, el término se aplica ahora a cualquier condición adversa presentada en el paciente como resultado del tratamiento por parte de un médico o cirujano".

6 Heinrich Schipperges, Utopien der Medizin: Geschichte und Kritik der ärztlichen Ideologie des 19. Jh., Salzburgo, Müller, 1966. Una útil guía a la literatura histórica es Richard M. Burke, A Historical Chronology of Tuberculosis, 2a ed., Springfield, Ill., Thomas, 1955.

7 Para una análisis de los agentes y de las características que determinan la propagación epidémica de la actual información errónea de toda una comunidad científica, ver Derek J. de Solla Price, Little Science, Big Science, Nueva York, Columbia University Press, 1963.

8 Sobre la naturaleza clerical de la práctica médica, ver "Cléricalisme de la fonction médicale? Médecine et politique. Le 'Sacerdote' médical. La relation thérapeutique. Psychanalyse et christianisme", Le Semeur, supl. 2 (1966-67).

9 J.N. Weisfert, "Das Problem des Schwindsuchtskranken in Drama und Roman", Deutscher Journalistenspiegel 3 (1927), pp. 579-82. Una guía a la tuberculosis como tema literario en el drama y la novela del siglo XIX. E. Ebstein, "Die Lungenschwindsucht in der Weltliteratur", Zeitschrift für Bücherfreunde 5 (1913).

10 René y Jean Dubos, The White Plague: Tuberculosis. Man and Society, Boston, Little, Brown, 1953. Sobre los aspectos sociales, literarios y científicos de la tuberculosis en el siglo XIX: un análisis de su incidencia.

11 Charles E. Rosenberg, The Cholera Years: The United States in 1832, 1849, and 1866, Chicago, University of Chicago Press, 1962. La epidemia neoyorquina de 1832 fue un dilema moral del que se buscó liberación a través del ayuno y la oración. Al llegar la epidemia de 1866, la cultura que produjo los arrabales de Nueva York había producido también el cloruro de cal.

12 W.J. van Zijl, "Studies on Diarrheal Disease in Seven Countries", Bulletin of the World Health Organization 35 (1966), pp. 249-61. La disminución de las enfermedades diarréicas se produce gracias a un mejor servicio de aguas y al saneamiento, nunca como resultado de la intervención curativa.

13 R.R. Porter, The Contribution of the Biological and Medical Sciences to Human Welfare, Presidencial Address to the British Association for the Advancement of Science, Swansea Meeting, 1971, Londres, The Association, 1972, p. 95.

14 N.S. Scrimshaw, C.E. Taylor y John E. Gordon, Interactions of Nutrition and Infection, Ginebra, World Health Organization, 1968.

15 John Cassel, "Physical Illness in Response to Stress", Antología A7, mimeografiada, Cuernavaca, CIDOC (Centro Intercultural de Documentación), 1971.

16 Uno de los primeros planteamientos que con mayor claridad mostraron la importancia suprema del ambiente es J.P. Frank, Akademische Rede vom Volkselend als der Mutter der Krankheiten, Pavia, 1790; reimpresión, Leipzig, Barth, 1960. Thomas McKeown y R.G. Record, "Reasons for the Decline in Mortality in England and Wales During the Nineteenth Century", Population Studies 16 (1962), pp. 94-122. Edwin Chadwick, Report on the Sanitary Condition of the Labouring Population of Great Britain, 1842, com. M.W. Flinn, Chicago: Aldine, 1965, concluyó hace siglo y medio que "las medidas primarias y más importantes, y a la vez las más prácticas, dentro de la providencia reconocida de la administración pública, con el drenaje, la eliminación de toda basura de las habitaciones, calles y caminos, y el mejoramiento de los servicios de agua". Max von Petterkofer, The Value of Health to a City: Two Lectures Delivered in 1873, trad. Henry E. Sigerist, Baltimore, Johns Hopkins, 1941, calculó hace un siglo el costo de la salud a la ciudad de Munich en términos de pérdidas por sueldos medios y de costos médicos creados. Argumentaba que los servicios públicos, especialmente mejores sistemas de drenaje y agua potable, bajarían la tasa de mortalidad, la morbilidad y el ausentismo, y que esto pagaría su mismo costo. La investigación epidemiológica ha confirmado por entero estas convicciones humanistas: Delpit-Morando, Radenac y Vilain, Disparités régionales en matiere de santé, Bulletin de Statistique du Ministére de la Santé et de la Sécurité Sociale No. 3, 1973; Warren Winkelstein, Jr, "Epidemiological Considerations Underlying the Allocation of Health and Disease Care Resources", International Journal of Epidemiology 1, no. 1 (1972), pp. 69-74; F. Fagnani, Santé, consommation médicale et environnement: Problèmes et méthodes, París, Mouton, 1973.

17 N.D. McGlashan, comp., Medical Geography: Techniques and field Studies, Nueva York, Barnes and Noble, 1973. Jacques May y Donna McLelland, comps., Studies in Medical Geography, 10 vols., Nueva York, Hafner, 1961-71. Daniel Noin, La géographie démographique de la France, París, PUF, 1973. J. Vallin, La mortalité en France par tranches depuis 1899, París, PUF, 1973. L.D. Stamp, The Geography of Life and Death, Ithaca, NY, Cornell University Press, 1965. E. Rodenwaldt et al., Weltseuchenatlas, Hamburgo, 1956. John Melton Hunter, The Geography of Health and Disease, Studies in Geography no. 6, Chapel Hill, University of North Carolina Press, 1974.

18 Erwin H. Ackerknecht, Therapeutics: From the Primitives to the Twentieth Century, Nueva York, Hafner, 1973. Una visión panorámica, J.F.D. Shrewsbury, A History of the Bubonic Plague in the British Isles, Cambridge, Cambridge University Press, 1970. Un notable ejemplo de historia escrito por un bacteriólogo y epidemiólogo.

19 Para una introducción a esta literatura, ver Steven Polgar, "Health and Human Behaviour: Areas of Interest Common to the Social and Medical Sciences", Current Anthropology 3 (abril 1962), pp. 159-205. Polgar da una evaluación crítica de cada título y las relaciones a su evaluación por un amplio número de colegas. Ver también Steven Polgar, "Health", en International Encyclopedia of The Social Sciences (1968), vol. 6, pp. 330-6; Eliot Freidson, "The Sociology of Medicine: a Trend Report and Bibliography", Current Sociology, 1961-62, nos. 10-11, pp. 123-92.

20 Paul Slack, "Disease and the Social Historian", Times Literary Supplement, 8 de marzo de 1974, pp. 233-4. Un artículo de reseña crítica. Catherine Rollet y Agnés Souriac, "Epidémies et mentalités: Le Chólera de 1832 en Seine-et-Oise", Annales Economies, Sociétés, Civilisations, 1974, no. 4, pp. 935-65.

21 Alan Berg, The Nutrition Factor: Its Role in National Development, Washington, D.C., Brookings Institutions, 1973. Hans J. Teuteberg y Günter Wiegelmann, Der Wandel der Nahrungsgewohnheiten unter dem Einfluss der Industrialisierung. Gottinga, Vandenhoeck und Ruprecht, 1972, tratan el impacto de la industrialización sobre la cantidad, calidad y distribución de los alimentos en la Europa del siglo XIX. Con la transición de la subsistencia a base de artículos limitados a los menús manipulados o elegidos, se destruyeron las culturas tradicionales y regionales de comer, ayunar, y sobrevivir el hambre. Una abundante información bibliográfica, pero mal organizada. Sobre las huellas de Marc Bloch y Lucien Febvre se realizó parte de la investigación más valiosa sobre la importancia de los alimentos en las estructuras de poder y en los niveles de salud. Para una orientación sobre el método usado, consultar Guy Thuillier, "Au XIXe siècle", Annales. Économies, Sociétés, Civilisations, 1968, no. 6, p. 1301-19; Guy Thuillier, "Au XIXe siècle: L'Alimentation en Nivernais", Annales, 1965, no. 6, pp. 1163-84. Una obra maestra es François Lebrun, Les Hommes et la mort en Anjou au 17e et 18e siècle: Essai de démographie et psychologie historiques, París, Mouton, 1971; A. Poitrineau, "L'Alimentation populaire en Auvergne au XVIIIe siècle", Enquêtes, pp. 323-31. Owsei Temkin, Nutrition from Clasical Antiquity to the Baroque, Human Nutrition Monograph 3, Nueva York, 1962. Con respecto a la transformación del pan en una substancia que las máquinas pudieran producir, ver Siegfried Giedion, Mechanization Takes Command: A Contribution to Anonymous History (Nueva York: Norton, 1969), especialmente pts. 4:2, 4:3 (sobre la carne). También Fernand Braudel, "Le Superflu et l'ordinarie: nourriture et boissons", en Civilisation matérielle et capitalisme, París, Colín, 1967, pp. 134-98.

22 I.D. Carruthers, Impact and Economics of Community Water Supply: A Study of Rural Water Investment in Kenya, Wye College, Ashford, Kent, 1973; sobre el impacto de la dotación de agua en la salud. Sobre el mejoramiento de los servicios de agua rurales durante el siglos XIX: Guy Thuillier, "Pour une histoire régionale de l'eau en Nivernais au XIXe siècle", Annales. Economies, Sociétés, Civilisations, 1968, no. 1, pp. 49 ss. El mejoramiento de los servicios de agua cambió la actitud de la gente hacia sus propios cuerpos: Guy Thuillier, "Pour une histoire de l'hygiéne corporelle. Un exemple régional: le Nivernais", Revue d'histoire économique et sociale 46, no. 2 (1968), pp. 232-53; Lawrence Wright, Clean and Decent: the Fascinating History of the Bathroom and the Water Closet and of Sundry Habits, Fashions and Accesories of the Toilet, Prinicipally in Great Britain, France and America, Toronto, University of Toronto Press, 1967. Pulcro y decente. La interesante y divertida historia del cuarto de baño, trad. por Julio Gómez de la Serna, Barcelona, Noguer, 1962. Se desarrollaron nuevas pautas para el lavado de la ropa: Guy Thuillier, "Pour une histoire de la lessive aux XIXe siècle", Annales, 1969, no. 2, pp. 355-90.

23 Lester B. Lave y Eugene P. Seskin, "Air Pollution and Human Health", Science 169 (1970), pp. 723-33. Jean-Paul Dessaive, et al., Médecins, climat et épidémies á la fin du XVIIIe, París, Mouton, 1972.

24 Un argumento sintético y bien documentado a este respecto es Emanuel de Kadt, "Inequality and Health" University of Sussex, enero 1975. La versión original más larga de este trabajo fue escrita en 1972 como el capítulo introductorio del libro Salud y Bienestar, que habría debido publicarse en Santiago de Chile en 1973. John Powles, "Health and Industrialisation in Britain: the Interaction of Substantive and Ideological Change", preparado para un Coloquio sobre la adaptabilidad del hombre a la vida urbana, Primer Congreso Mundial sobre la Medicina Ambiental y la Biología, París, 1-5 de julio de 1974. C. Ferrero, "Health and Levels of Living in Latin America", Milbank Memorial Fund Quarterly 43 (octubre 1965), pp. 281-95. No puede anticiparse un descenso en la mortalidad en base a un mayor gasto en la asistencia a la salud sino sobre una nueva distribución de fondos dentro del sector de la salud, combinada con el cambio social.

25 Emily R. Coleman, "L'Infanticide dans le haut moyen âge", trad. A. Chamoux, Annales. Economies, Sociétés, Civilisations, 1974, no. 2, pp. 315-35. Sugiere que el infanticidio en la Edad Media tuvo un notable repercusión demográfica. Ansley J. Coale, "The Decline in Fertility in Europe from the French Revolution to World War II", en S.J. Behrman et al., Fertility and Family Planning, Ann Arbor, University of Michigan Press, 1970. La fertilidad marital disminuyó en todas partes antes de que aumentara la proporción de la población casada. La discriminación contra los ilegítimos, combinada con el acceso restringido al matrimonio, puede haber servido para controlar la población. Esta hipótesis se refuerza en J.-L. Flandrin, "Contraception, mariage et relations amoureuses dans l'Occident chrétien", Annales, 1969, no. 6, pp. 1370-90. Los datos demográficos sugieren no la contracepción dentro del matrimonio en la Francia de los siglos XVII y XVIII, sino tasas muy bajas de ilegitimidad. La contracepción en el matrimonio era casi herejía, la concepción fuera del matrimonio era escandalosa. Flandrin sugiere que durante el siglo XIX la conducta sexual entre los esposos empezó a modelarse sobre la conducta tradicional fuera del matrimonio. La contracepción parece haberse hecho aceptable en primer lugar entre familias campesinas lo bastante ricas para mantener un bajo índice de mortalidad infantil: ver M. Leridon, "Fécondité et mortalité infantile dans trois villages bavarois: Une analyse de données individualisées du XIXe siècle", Population 5 (1969), pp. 997-1002. Aunque los médicos en Inglaterra se opusieron a su generalización, parecen haberla aplicado con eficacia en sus propias vidas: J.A. Banks, "Family Planning and Birth Control in Victorian Times", trabajo leído en la segunda conferencia anual de la Sociedad para la Historia de la Medicina, Leicester University, 1972. La iglesia católica parece haberse preocupado por la contracepción sólo en la medida en que afectaba a las clases medias industriales: veáse John Thomas Noonan, Contraception: a History of Its Treatment by the Catholic Theologians and Canonists, Cambridge Harvard University Press, 1965. Philippe Ariés, "Les techniques de la mort", en Histoire des populations françaises et de leurs attitudes devant la vie depuis le XVIIIe siècle, París, Seuil, 1971, p. 373.

26 Hasta la fecha, el hamre y la malnutrición mundial han aumentado a raíz del desarrollo industrial. "Se dice que una tercera parte o una mitad de la humanidad se acuesta con hambre cada noche. En la Edad de Piedra la fracción debe haber sido mucho más pequeña. Ésta es la era del hambre sin precedentes. Ahora, en los tiempos del mayor poder técnico, la inanición es una institución." Marshall Sahlins, Stone Age Economics, Chicago, Aldene, 1972, p. 23.

27 J.E. Davies y W.F. Edmundson, Epidemiology of DDT, Mount Kisco, N.Y., Future, 1972. Un buen ejemplo de control paradójico de la enfermedad proviene de Borneo: los insecticidas usados en las aldeas para controlar los vectores del paludismo también se acumularon en las cucarachas, la mayor parte de las cuales son resistentes. Las lagartijas caseras se alimentaban de éstas, caían en letargo y eran presa de los gatos. Los gatos morían, las ratas se multiplicaron y con las ratas se presentó la amenaza de una epidemia de plaga bubónica. El ejército tuvo que echar gatos en paracaídas a la aldea selvática: Conservation News, julio 1973.

28 Un buen ejemplo de persecución médica en contra de innovadores se da en G. Gortvay e I. Zoltan, I. Semmelweis, His Life and Work, Budapest, Akademiai Kiado, 1968, biografía crítica del primer ginecólogo que usó procedimientos antisépticos en sus pabellones. En 1848, él redujo en un factor de 15 la mortalidad resultante de la fiebre puerperal y fue, en el acto, expulsado y rechazado por sus colegas, a quienes ofendió la idea de que los médicos pudieran ser portadores de la muerte. La novela de Morton Thompson, The Cry and the Covenant, Nueva York, New American Library, 1973, hace cobrar vida a Semmelweis.

29 Charles T. Stewart, Jr., "Allocation of Resources to Health", Journal of Human Resources 6, no. 1 (1971), pp. 103-21. Stewart clasifica los recursos destinados a la salud en la siguiente forma: tratamiento, prevención, información e investigación. En todas las naciones del Hemisferio Occidental, la prevención (p. ej., el agua potable) y la educación se relacionan significativamente con la expectativa de vida, pero ninguna de las "variables del tratamiento" se hallan relacionadas en tal forma.

30 Reuel A. Stallones, en Environment, Ecology, and Epidemiology, Pan American Healthy Organization Scientific Publication no. 231 (Washington, 30 de septiembre de 1971), muestra la existencia en los Estados Unidos de una fuerte correlación positiva entre una alta proporción de médicos en la población general y la alta tasa de enfermedades coronarias, en tanto que la correlación es fuertemente negativa en el caso de la enfermedad cerebro-vascular. Stallones señala que esto no quiere decir nada respecto de una posible influencia que pudieran tener los médicos en un caso o en el otro. La morbilidad y la mortalidad son partes integrantes del ambiente humano y no están relacionadas con los esfuerzos realizados para dominar cualquier enfermedad específica.

31 Alain Letourmy y François Gibert, Santé, environnement, consommations médicales: un modèle et son estimation á partir de données de mortalité; Rapport principal, París, CEREBE (Centre de Recherche sur le Bien-être), junio 1974. Compara las tasas de mortalidad en diferentes regiones de Francia; no están relacionadas con la densidad médica, y sí tienen una relación muy fuerte con el contenido de grasa en las salsas típicas de cada région, y en menor medida, con el consumo de alcohol.

32 En la actualidad, el estudio modelo sobre este asunto parece ser el de A.L. Cochrane, Effectiveness and Efficiency: Random Reflections on Health Services, Nuffield Provincial Hospitals Trust, 1972. Ver también British Medical Journal, 1974, vol. 4, p. 5. A. Querido, Efficiency of Medical Care, Nueva York, International Publications, 1963.

33 Jacques M. May, "Influence of Environmental Transformation in Changing the Map of Disease", en MM. Taghi Farvar y John P. Milton, comps., The Careless Technology, Garden City, N.Y. Natural History Press, 1972, pp. 19-34. May señala que la resistenica de los mosquitos a los insecticidas por una parte, y la resistencia de los parásitos a los agentes quimoterapéuticos, por otra, tal vez hayan creado un reto irresoluble a la adaptación humana.

34 Henry J. Parish, A History of Immunization, Edimburgo, Livingstone, 1965. Para documentación consultar la introducción histórica. La eficacia de la prevención con respecto a cualquier enfermedad específica debe distinguirse de su contribución al volumen de enfermedad: J.H. Alston, A New Look at Infectious Disease, Londres: Pitman, 1967, muestra cómo las infecciones son remplazadas por otras nuevas, sin reducción en el volumen total. Keith Mellanby, Pesticides and Pollution, Nueva York, Collins, 1967 demuestra en forma fácilmente comprensible cómo los mecanismos ingenieriles inventados para reducir una infección fomentan otras.

35 República de Cuba, Ministerio de la Salud Pública, Cuba Organización de los servicios y nivel de salud, La Habana, 1974, introducción de Fidel Castro. Una impresionante demostración del cambio en las pautas de mortalidad y morbilidad a lo largo de una década, durante la cual las principales infecciones en toda la isla resultaron significativamente afectadas por una campaña de salud pública. Nguyen Khac Vien, "25 Années d'activités médico-sanitaires", Études vietnamiennes, Hanoi, no. 25, 1970.

36 G.O. Sofoluwe, "Promotive Medicine: a Boost to the Economy of Developing Countries", Tropical and Geographical Magazine, 22, junio 1970, pp. 250-4. Durante los 30 años entre 1935 y 1968, la mayoría de las medidas curativas usadas contra las enfermedades parasitarias y las infecciones de la piel y los órganos respiratorios y contra la diarrea han dejado, "en general, inalteradas las características de la morbilidad".

37 En Farvar y Milton, comps., The Careless Technology, varios autores destacan este punto específicamente con respecto al paludismo, la filariasis bancroftiana (Hamon), la esquistosomiasis (van der Schalie) y las infecciones genitourinarias (Farvar).

38 Bruce Mitchel, Fluoridation Bibliography, Council of planning Librarians Exchange Bibliography no. 268, Waterloo, Ont., marzo 1972. Cubre el debate y en especial trata de la percepción del cientista social sobre el comportamiento de la gente en relación a la fluorización del agua en Canadá.

39 C.L. Meinert y otros, "A Study of the Effects of Hypoglycemic Agents on Vascular Complications in Patients with Adult-Onset Diabetes. II. Mortality Results, 1970", Diabetes 19, supl. 2, 1970, pp. 789-830. G.L. Knatterud y otros, "Effects of Hypoglycemic Agents on Vascular Complications in Patiens with Adult-Onset Diabetes", Journal of the American Medical Association 217, 1971, pp. 777-84. Cochrane, Effectiveness and Efficiency, comenta los dos últimos. Sugieren que la administración de tolbutamida y fenoformina es definitivamente perjudicial en el tratamiento de diabéticos maduros y que no hay ventaja alguna en suministrar insulina en vez de presciribir una dieta.

40 H. Oeser, Krebsbekämpfung: Hoffnung und Realität, Stuttgart, Thieme, 1974. Es hasta ahora, que yo sepa, la más útil introducción, para el lego o el médico general, a una evaluación crítica de la literatura mundial sobre la eficacia del tratamiento para el cáncer. Ver también N.E. McKinnon, "The Effects of Control Programs on Cancer Mortality", Canadian Medical Association Journal, 82, (1960), pp. 1308-12. K.T. Evans: "Breast Cancer Symposium: points in the Practical Management of Breast Cancer. Are Physical Methods of Diagnosis of Value?", British Journal of Surgery, 56, 1969, pp. 784-6. Bailar, John C., "Mammography: A Contrary View", Annals of Internal Medicine, Vol. 84, 1, enero, 1976, pp. 77-84. La difusión de la mamografía como medida de salud pública generalizada es prematura.

41 Edwin F. Lewison, "An Appraisal of Long-Term Results in Surgical Treatment of Breast Cancer", Journal of the American Medical Association, 186, 1963, pp. 975-8. "La característica más impresionante del tratamiento quirúrgico del cáncer de la mama es la notable similitud y sorprendente uniformidad de los resultados finales a largo plazo a pesar de técnicas terapéuticas ampliamente divergentes, de acuerdo a los informes de este país y el extranjero." Lo mismo puede decirse hoy. Costanza, Mary E., "Sounding Board. The Problem of Breast Cancer Prophylaxis", The New England Journal of Medicine, Vol. 293, 21, 20 de noviembre, 1975, pp. 1095-98.

42 Robert Sutherland, Cancer: the Significance of Delay, Londres, Butterworth, 1960, pp. 196-202. También Hedley Atkins y otros, "Treatment of Early Breast Cancer: a Report After Ten Years of Clinical Trial", British Medical Journal, 1972, vol. 2, pp. 423-9; también p. 417. D.P. Byar y el Veterans Administration Cooperative Urological Research Group, "Survival of Patients with Incidentally Found Microscopic Cancer of the Prostate: results of Clinical Trial of Conservative Treatment", Journal of Urology, 108, diciembre 1972, pp. 908-13. Una comparación hecha al azar de cuatro tratamientos (placebo, estrógeno, placebo y orquiectomía, y estrógeno y orquiectomía) no revela diferencias significativas entre ellos, ni tampoco en comparación con la prostatectomía radical. Para un amplio panorama de investigaciones análogas sobre el cáncer en diversos puntos, ver la anterior nota 40.

43 Ann G. Kutner, "Current Status of Steroid Therapy in Rheumatic Fever", American Heart Journal, 70, agosto de 1965, pp. 147-9. Rheumatic Fever Working Party of the Medical Research Council of Great Britain y Subcommittee of Principal Investigators of the American Council on Rheumatic Fever and Congenital Heart Disease, American Heart Association, "Treatment of Acute Rheumatic Fever in Children: a Cooperative Clinical Trial of ACTH, Cortisone and Aspirin", British Medical Journal, 1955, vol. 1, pp. 555-74.

44 Albert N. Brest, "Treatment of Coronary Occlusive Disease: Critical Review", Diseases of the Chest, 45, enero de 1964, pp. 40-45. Malcolm I. Lindsay y Ralph E. Spiekerman, "Reevaluation of Therapy of Acute Myocardial Infarction", American Heart Journal, 67, abril de 1964, pp. 559-64. Harvey D. Cain y otros, "Current Therapy of Cardiovascular Disease", Geriatrics, 18, julio de 1963, pp. 507-18.

45 H.G. Mather y otros, "Acute Myocardial Infarction: Home and Hospital Treatment", British Medical Journal, 1971, vol. 3, pp. 334-8.

46 Combined Staff Clinic, "Recent Advances in Hypertension", American Journal of Medicine, 39, octubre de 1965, pp. 634-8.

47 Algunos de los libros de texto más utilizados; Robert H. Moser, The Disease of Medical Progress: A Study of Iatrogenic Disease, 3a. ed., Springfield, Ill., Thomas, 1969. David M. Spain, The Complications of Modern Medical Practices, Nueva York, Grune and Stratton, 1963, H.P. Kümerle y N. Goossens, Klinik und Therapie der Nebenwirkungen, Stuttgart, Thieme, 1973, (1a. ed. 1960). R. Heintz, Erkrankungen durch Arzneimittel: Diagnostik, Klinik, Pathogenese, Therapie, Stuttgart, Thieme, 1966, Guy Duchesnay, Le risque thérapique, París, Doin, 1954. P.F. D'Arcy y J.P. Griffin, Iatrogenic Disease, Nueva York, Oxford University Press, 1972.

48 Con respecto a la evolución de la jurisprudencia relacionada con esta clase de perjuicios ver M.N. Zald, "The Social Control of General Hospitals", en B.S. Gerogopoulos, comp., Organization Research on Health Institutions, Ann Arbor, University of Michigan, Institute for Social Research, 1972. Ver también Angela Holder, Medical Malpractice Law, Nueva York, Wiley, 1974.

49 Tales efectos secundarios fueron estudiados por los árabes. Al-Razi (865-925 D.C.), médico jefe del Hospital de Bagdad, se ocupó del estudio médico de la yatrogénisis, según Al-Nadim en el Fihrist, cap. 7, sec, 3, en el tiempo de Al-Nadim (año 935), aún podían consultarse tres libros y una carta de Al-Razi sobre el tema. Los errores de objetivo de los médicos, De las purgas administradas a pacientes febriles antes del momento oportuno, Por qué razón los médicos ignorantes, el común de las gentes y las mujeres de las ciudades tratan ciertas enfermedades con más éxito que los hombres de ciencia y las excusas que ofrecen por esto los médicos, y la carta Por qué un médico inteligente no tiene facultades para curar todas las enfermedades, puesto que eso no está dentro del dominio de lo posible.

50 Ver también Erwin H. Ackerknecht, "Zur Geschichte der iatrogenen Krankheiten", Gesnerus, 27, 1970, pp. 57-63. Distingue tres olas o períodos, desde 1750, en que el estudio de la yatrogénesis se consideró importante dentro de la institución médica. Erwin H. Ackerknecht, "Zur Geschichte der iatrogenen Erkrankungen des Nervensystems", Therapeutische Umschau Revue thérapeutique, 27, no. 6, 1970, pp. 345-6. Una breve reseña de la preocupación médica con respecto a los efectos secundarios de los medicamentos sobre el sistema nervioso central, a partir de Avicena (980-1037) que estudió los del mercurio.

51 L. Meyler, Side Effects of Drugs, Baltimore, Williams and Wilkins, 1972. Adverse Reaction Titles, bibliografía mensual con títulos tomados de aproximadamente 3 400 publicaciones biomédicas de todo el mundo; editada en Amsterdam desde 1966. Allergy Information Bulletin, Allergy Information Association, Weston, Ontario.

52 P.E. Sartwell, "Iatrogenic Disease: An Epidemiological Perspecitve", International Journal of Health Services, 4, invierno de 1974, pp. 89-93.

53 Pharmaceutical Society of Great Britain, Identification of Drugs and Poisons, Londres, la Sociedad, 1965. Informes sobre la adulteración y el análisis de medicamentos. Margaret Kreig, Black Market Medicine, Englewood Cliffs, N.J., Prentice-Hall, 1967, informa que un porcentaje cada vez mayor de artículos vendidos por farmacias profesionales autorizadas son medicamentos falsificados inertes, que no pueden distinguirse por su envase ni su presentación del producto patentado.

54 Morton Mintz, By Prescription Only, 2a. ed., Boston, Beacon Press, 1967. (Para una descripción más completa de este libro ver más adelante, nota 98 del segundo capítulo, p. 92) Solomon Garb, Undesirable Drug Interactions, 1974-75, ed. revisada, Nueva York, Springer, 1975. Incluye información sobre inactivación, incompatibilidad, potencialización y endurecimiento de plasma, así como sobre la interferencia con la eliminación, con la digestión y con los procedimientos por exámenes.

55 B. Opitz y H. Horn, "Verhütung iatrogener Infektionen bei Schutzimpfungen", Deutsches Gesundheitswesen, 27/24, 1972, pp. 1131-6. Sobre las infecciones relacionadas con procedimientos de inmunización.

56 Harry N. Beaty y Robert G. Petersdorf, "Iatrogenic Factors in Infectious Disease", Annals of Internal Medicine, 65, octubre de 1966, pp. 641-56.

57 En los Estados Unidos, cada año ingresa a los hospitales un millón de personas, es decir, de 3 a 5 % del total de internados primordialmente a causa de reacciones negativas a los medicamentos. Nicholas Wade, "Drug Regulation: FDA Replies to Charges by Economists and Industry", Science, 179, 1973, pp. 775-7.

58 Eugene Vayda, "A Comparison of Surgical Rates in Canada and in England and Wales", New England Journal of Medicine, 289, 1973, pp. 1224-9, muestra que, en 1968, las tasas de operaciones en Canadá fueron 1.8 veces mayores para los hombres, y 1.6 para las mujeres, que en Inglaterra. Las operaciones que se practican a discreción, como la tonsilectomía y la adenoidectomía, la hemorroidectomía y la herniorrafía inguinal se registraron con frecuencia dos o más veces mayor. Las tasas de colecistectomoía fueron más de cinco veces superiores. Los determinantes principales tal vez sean las diferencias en el pago de servicios de salud y en la disponibilidad de camas de hospital y de cirujanos. Charles E. Lewis, "Variations on the Incidence of Surgery", New England Journal of Medicine, 281, 1960, pp. 880-4, encuentra variaciones de tres a cuatro veces en las tasas regionales por lo que respecta a seis operaciones comunes en los Estados Unidos. Se observó que el número de cirujanos disponibles era el factor significativo para predecir la incidencia de operaciones. Véase también James C. Doyle, "Unnecessary Hysterectomies: Study of 6248 Operations in Thirty-Five Hospitals During 1948", Journal of the American Medical Association, 151, 1953, pp. 360-5. James C. Doyle, "Unnecessary Ovariectomies: Study Based on the Removal of 704 Normal Ovaries from 546 Patients", Journal of the American Medical Association, 148, 1952, pp. 1105-11. Thomas H. Weller, "Pediatric Perceptions: The Pediatrician and Iatric Infectuous Disease", Pediatrics, 51, abril de 1973, pp. 595-602.

59 Clifton Meador, "The Art and Science of Nondisease", New England Journal of Medicine, 272, 1965, pp. 92-5. Para el médico acostumbrado a tratar únicamente con entidades patológicas, términos como el de "entidad no-patológica" o "no-enfermedad" son extraños y difíciles de entender. Este trabajo presenta una clasificación de no-enfermedades y los importantes principios terapéuticos fundados en este concepto. Las enfermedades yatrogénicas probablemente derivan von tanta frecuencia del tratamiento de no-enfermedades como del tratamiento de enfermedades.

60 Abraham B. Bergman y Stanley M. J. Stamm, "The Morbidity of Cardiac Nondisease in School Children", New England Journal of Medicine, 276, 1967, pp. 1008-13. Da un ejemplo particular del "limbo en el que las personas se dan cuenta, o bien otros perciben que ellas tienen una enfermedad no existente. Los malos efectos que acompañan algunas no-enfermedades son tan importantes como los que acompañan a las afecciones homólogas ... se calcula que la cantidad de incapacidades por no-enfermedad cardiaca en los niños es mayor que el derivado de cardiopatías reales". Véase también J. Andriola, "A Note on Possible Iatrogenesis of Suicide", Psychiatry, 36, 1973, pp. 213-18.

61 La yatrogénesis clínica tiene una larga historia. "Fuera desto no hay ley alguna que castigue esta ignorancia capital, ni exemplo alguno de venganza. Aprenden con nuestros peligros y hazen experiencias con nuestras muertes, y solamente al médico le es concedido matar al hombre sin algún castigo. Ante las quejas se tornan en vituperio y denuestro; y se da la culpa a nuestra intemperancia y desorden, y por una o por otra parte son argüidos y reprehendidos los que se mueren." Cayo Plinio Segundo, Historia Natural, II, 19, traducida y comentada por Francisco Hernández, México, UNAM, Comisión Francisco Hernández, tomo V, 1976, pág. 65. Aunque en realidad el derecho romano ya contenía algunas disposiciones contra los daños de origen médico, "damnum injuria datumper medicum". En Roma, la jurisprudencia hace al médico legalmente responsable no sólo por su ignorancia y negligencia, sino también por actuar chapuceramente. El médico que había operado a un esclavo no había vigilado debidamente su convalecencia, tenía que pagar el precio del esclavo y la pérdida de ingresos al amo durante el tiempo que se prolongara la enfermedad. Esas disposiciones no cubrían a los ciudadanos, per éstos podían demandar por su cuenta al médico por mal ejercicio profesional.

62 Montesquieu: De l'espirit des lois, libro XXIX, capítulo XIV, b. París, Bibl. de la Pléiade, 1951. El derecho romano ordenada castigar a los médicos por negligencia o falta de competencia (Lex Cornelia De Sicariis, Inst. iv, tit. 3, de lege Aquila 7). En esos casos, si el médico era persona de alguna fortuna o rango, únicamente se le desterraba, pero si era de baja condición se le sentenciaba a muerte. En nuestras instituciones se procede de otra manera. Las leyes romanas no se promulgaron bajo las mismas circunstancias que las nuestras: en Roma cualquier farsante ignaro se ponía a manipular medicamentos, pero entre nosotros los médicos están obligados a seguir un curso sistemático de estudio y a graduarse, por lo cual se supone que conocen su profesión. En este pasaje, el filósofo del siglo XVII muestra un optimismo enteramente moderno con respecto a la educación médica.

63 En el caso de los médicos internos alemanes, el tiempo que el paciente puede estar frente a su doctor se ha reducido ahora a 1.7 minutos por visita. Heinrich Erdmann, Heinz-Günther Overrath y Wolfgang y Thure Uxkull, "Organisationsprobleme der ärztlichen Krankenversorgung: Dargestellt am Beispiel einer medizinischen Universitätsklinik", Deutsches Ärzteblatt-Ärztliche Mitteilungen, 71, 1974, pp. 3421-6. En la práctica general, ese tiempo era (en 1963) de unos 3 minutos. Verse T. Geyer, Verschwörung, Hilchenbach, Medizinpolitischer Verlag, 1971, p. 30.

64 Para el aspecto más amplio del daño genético más que del daño individual, ver John W. Goffman y Arthur R. Tamplin, "Epidemiological Studies of Carcinogenesis by Ionizing Radiation", en Proceedings of the Sixth Berkeley Symposium on Mathematical Statistics and Probability, University of California, julio 1970, pp. 235-77. Es demasiado común la suposición de que, en caso de existir duda acerca de la magnitud de los efectos cancerígenos, es adecuado continuar exponiendo a los enfermos a los riesgos. Los autores muestran que no es adecuado, ni una buena práctica de salud pública, exigir comprobaciones epidemiológicas humanas antes de parar la exposición. El argumento en contra de ionizar la radiación de la generación nuclear de energía eléctrica puede aplicarse a todo tratamiento médico en el que existan dudas con respecto al impacto genético. La competencia de los médicos para establecer niveles de tolerancia para poblaciones enteras se debe cuestionar con fundamentos teóricos.

65 Para más datos y bibliografía, véase U.S. House of Representatives, Committee on Interstate and Foreign Commerce, An Overview of Medical Malpractice, 94º. Congr., 1a. Ses., 17 de marzo de 1975.

66 El maltrato de los pacientes se ha hecho una rutina aceptada; véase Charles Butterworth, "Iatrogenic Malnutrition", Nutrition Today, marzo-abril 1974. Uno de los mayores focos de desnutrición no reconocida se encuentra, no en las barriadas rurales ni en los ghettos urbanos, sino en los cuartos y las salas de los hospitales de las grandes ciudades en Estados Unidos y Canadá. J. Mayer, "Iatrogenic Malnutrition", New England Journal of Medicine, 284, 1971, p. 1218.

67 George H. Lowrey, "The Problem of Hospital Accidents to Children", Pediatrics, 32, diciembre de 1963, pp. 1064-8.

68 J.T. McLamb y R.R. Huntley, "The Hazards of Hospitalization", Southern Medical Journal, 60, mayo de 1967, pp. 469-72.

69 "La enfermedad yatrogénica tiene casi siempre un fundamento neurótico": L. Israel, "La maladie iatrogène", en Documenta Sandoz, s.f.

70 La distinción entre varios niveles de yatrogénesis fue hecha por Ralph Audy: "Man-made maladies and medicine", en: California Medicine, noviembre de 1970, 113-15, págs. 48 a 53, reconoce que las enfermedades yatrogénicas forman únicamente un tipo de afecciones producidas por el hombre. Según su etiología, corresponden a diversas categorías. Las consecutivas al diagnóstico y al tratamiento, las relacionadas con actitudes y situaciones sociales y psicológicas, y las consecutivas a programas hechos por el hombre para luchar contra las enfermedades y su erradicación. Además de las entidades clínicas yatrogéncias, reconoce otras enfermedades que tienen etiología médica.

71 "Das Schicksal des Kranken verkörpert als Symbol des Schicksals der Menschheit im Stadium einer technischen Weltentwicklung": Wolfgang Jacob, Der kranke Mensch in der technischen Welt, IX. Internationaler Fortbildungskurs für praktische und wissenschaftliche Pharmazie der Bundesapothekerkammer in Meran, Frankfurt am Main, Werbe und Vertriebsgesellschaft Deutscher Apotheker, 1971.

72 James B. Quinn, "Next Big Industry: Environmental Improvement", Harvard Business Review, 49, septiembre-octubre de 1971, pp. 120-30. El autor cree que el mejoramiento ambiental se está convirtiendo en una dinámica y provechosa serie de mercados para la industria que pagan por sí mismos y que a la larga representarán una agregación importante a las entradas y el PNB. Los partidarios de los seguros contra el mal ejercicio profesional "sin culpa" utilizan implícitamente la misma argumentación en relación con el campo de la asistencia a la salud.

73 El término fue usado por Honoré Daumier (1810-79). Véase reproducción de su dibujo "Némésis médicale" en Werner Bloch, Der Arzt und der Tod in Bildern aus sechs Jahrhunderten, Stuttgart, Enke, 1966 y Rúmann, Arthur: H. Daumier, sein Holzschnittwerk, München, Delphin Verlag, 1914.

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